Por Marina Vidal 

Hay una viñeta conocida del escritor Charles M. Schulz que ilustra al personaje Charlie Brown junto  a su perro Snoopy donde el niño se pregunta “¿Cómo saber si alguien es confiable?” a lo que su perro le responde “Si ladra es confiable al 100%”. Sin negar la realidad de dichas palabras del perruno, en la antesala de esta nota se podría modificar la respuesta a “Si tiene cuatro patas es confiable 100%».

El aire que se respira al ingresar  a la reserva, traslada al visitante a un “Mundo Aparte” y lo lleva a comprender el porqué de dicho nombre. Caminar los primeros metros del predio hace casi imposible de creer que esté ubicado en medio de la urbanización, los ruidos, la contaminación y la vida humana.

maria-3 Acompañados por su fundadora y directora, Maria Esther Linaro, Conclusión se sumergió en ese Mundo para conocerlo y entender el porqué y el cómo de su existencia.

El proyecto comenzó en el año 2001 a raíz de un convenio por el cual se recibieron en donación animales silvestres provenientes de maltratos y abandono, la mayoría pertenecientes al Jardín Zoológico Municipal de Rosario, cerrado a fines de 1997, y cuyo excedente de animales fue alojado sobre un ex basural ubicado en Las Palmeras entre calles Godoy y Uriburu. María Esther, al estar en desacuerdo con este último lugar donde pretendían dejar a los animalitos, se hizo cargo y los trasladó al predio de dos hectáreas ubicado en Sorrento 1595, lugar que hoy es su casa.

Me sorprendió que me los dieran, yo buscaba que los animales vivieran dignamente y no sobre un basural así que cuando me los ofrecieron empecé a buscar terrenos y el Club Argentino me ofreció un sector de su polideportivo y de a poco trajimos los animales”, comenzó a relatar la directora.

“Lo que me han dado estos animales no se compara con nada de lo conocido»

Maria Esther es artista plástica, docente de la Universidad de Humanidades y artes con un alma especial, el amor que les brinda a los animales es imposible describirlo en palabras, les entrega su vida, su tiempo y su espíritu. “Lo que me han dado estos animales no se parece a nada, no se compara con nada de lo conocido, la naturaleza me fascinó siempre, pero con ellos no necesito hablar, existe entre nosotros un mutuo entendimiento”, cuenta emocionada.

“Yo conocí los zoológicos por dentro, y nunca tuve en claro qué había que hacer pero siempre supe que es lo que no debía hacerse. Por eso estuve en contra del cierre del zoológico porque con cerrarlo no se soluciona el problema de los animales, hay que transformarlos conceptualmente a los zoológicos, lo que se tiene que acabar es el concepto del cautiverio, porque nosotros (los humanos) nos creemos que somos más o somos superiores; somos diferentes, y eso tan diferente que tienen ellos es justamente la prueba de lo que no tenemos que hacer lo que hacemos”, afirmó.

Para Beba, como le dicen sus allegados, los animales son seres con derechos que están antes que los humanos en el planeta. Y los han puesto aquí, para que sean compañeros y nos enseñen. “Los humanos tenemos que demostrar que de todas las especies somos la racional…aunque no lo logramos aún”, dice.

Por eso, fue la impulsora de la ordenanza que prohíbe los espectáculos con animales en Rosario, como así también de protestas contra circos que utilizaban animales.

Al preguntarle sobre los culpables de que haya especies en extinción, la directora resume: “La raíz es filosófica, acá el problema es la soberbia humana, y creer que somos los reyes del planeta. A los hombres, al país le falta compasión hacia nosotros mismos y a los otros seres vivos a quienes no hay que tenerles lástima sino compasión”.

La historia de amor y tristeza de Fénix, Brisa y Maria Esther 

Al llegar al sector donde vive Brisa todo cambia. Su historia en palabras de Beba se ven reflejadas en su mirada. Ojos tristes, ojos llenos de soledad hace imposible no emocionarse con esta historia de amor.

Mundo Aparte no es lo mismo sin él, Beba no es la misma sin él

Fénix, el león, fue el rey del lugar y dueño del corazón de María Esther y de Brisa. Lo trajo la directora desde Luján, donde era integrante de un zoológico en el cual lo dopaban y maltrataban

“Él siempre fue especial para mí. Tuvimos una relación única, vivió con nosotros 13 años y solo bastaba mirarnos para entendernos. Incluso cuando murió me vino a decir que basta, que no podía más”, contó Beba emocionada.

 “Aquí fue feliz, incluso lo demostró cuando un día rugió en los cuatro puntos cardinales

Eso, lo hacen los leones alfa en la selva cuando van con su manada; si algún otro león alfa contesta se retan a duelo para pelear a muerte o hasta que alguno se rinda. Si esto sucede el león ganador no lo mata, sino que lo incluye a su manada pero no como rey. “Fénix rugió como si estuviese en la selva y para mí, ese día, fue un sueño cumplido”, declaró.

brisa-mas-de-cercaEn la inmensa jaula (sin techo) quedó Brisa, que hoy  tiene 12 años y cuyo corazón se partió cuando Fénix se fue. “A ella la iban a sacrificar-relata Beba-  porque es anárquica, es un animal imposible de convivir con un humano dentro de su jaula.Ella es un animal de otro tipo, nunca pude llegar a relacionarme con ella como lo hice con él. Creo que Brisa necesitó culpar a alguien por la muerte de Fénix y me culpó a mí, asique es una relación diferente”.

Entender las diferencias para respetar a la especie

En las visitas que se realizan en Mundo Aparte, el objetivo es permitir una percepción diferente de la realidad basada en la sensibilidad y compasión involucrando nuevos valores en la relación entre los humanos y los animales.

“Cuando la gente viene, piensa que va a poder agarrar un animal, alzarlo, sacarse una foto y eso no es así, todo lo contrario hay que respetarlo y entender que eso no le hace bien”, explicó Beba y agregó: “Hay que respetar la diferencia entre nosotros y ellos, esa diferencia es la que los distingue y marca su esencia”.

La idea filosófica está basada en la creencia de que la especie humana, dotada de “razonamiento” debe afrontar con responsabilidad el daño ocasionado por sus congéneres, tratando de revertir o atenuar los atentados contra toda forma de vida. “Nosotros no trajimos a los animales acá para hacer un zoológico, sino lo hicimos por ellos, no somos los reyes de la naturaleza sino parte de ella”, remarcó María Esther.

Un Mundo dentro de otro mundo

El predio de dos hectáreas fue forestados con árboles autóctonos y arbustivas teniendo  una gran bio-vegetacion3diversidad de flora: lapachos, palos borracho, timbós, sauces, algarrobos, quebrachos, palos blanco, araucarias.

La variedad vegetal (parte pampeana y parte litoraleña) se fue apoderando del lugar y avanzando rápidamente. Esto ha propiciado la llegada de aves autóctonas, inclusive de rapiña, que se alimentan naturalmente de cuises, pequeñas culebras y batracios que poblaron el lugar ante la ausencia de la agresión humana.

En un sector del lugar, María creo una laguna artificial, donde habitan ranas y lagartos que cuidan que el lugar no se llene de ratas (porque los lagartos se comen los nidos).

La Municipalidad le da 9000 pesos por mes pero no alcanza para sustentar semejante predio, asique María Esther se hace cargo de todos los gastos que implica cuidar a dos hectáreas pobladas de vegetación y donde habitan 23 animales rescatados que no pueden volver a su hábitat natural.

Además de Brisa, la leona, Mundo Aparte cuenta con pumas, monos, lagartos, tortugas, aves de rapiña, zorros, coatíes, cuises, entre otras especies. 

El deseo de María Esther

“Mi deseo sería poder suspender  la caza deportiva, ´que tiren al blanco, no a la vida´. Después haría campañas en las escuelas para concientizar e informar. No para humanizar a los animales todo lo contrario, al no ser humanos es mayor el respeto que le tenemos que tener y respetarlos en su esencia”.

Un proyecto a futuro

En marzo, va a salir un libro realizado por jóvenes junto a la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario, que informa sobre la bio- diversidad de flora y fauna del lugar para entregarlos a los colegios de la zona.