Una gran cantidad de entidades y organizaciones sociales y políticas marcharon este jueves por las calles de la ciudad para volver a exigir la continuidad del Plan Nueva Oportunidad, uno de los más exitosos programas sociales implementados en la provincia de Santa Fe en los últimos años.

«En Rosario hay alrededor de 11.000 beneficiarios del Nueva Oportunidad y en la provincia suman más de 17.000» remarcó Facundo Peralta, referente de la organización Causa y militante barrial de Villa Banana. «Pero nosotros creemos que ese número se pueda ampliar porque son muchos los pibes y pibas que están en una situación de complejidad social».

La movilización que recorrió las calles rosarinas para desembocar frente a la Municipalidad fue masiva. Y no es para menos, más de 50 organizaciones, entre las que se cuentan clubes de barrio, gremios, agrupaciones  políticas y religiosas  sostuvieron la convocatoria. «Necesitamos asegurar la continuidad del programa. Es una política pública que fue fundamental en estos últimos años y queremos la que sea ley, por eso marchamos», subrayó Peralta. «Necesitamos tener la certidumbre sobre qué va a pasar en los meses de enero febrero y marzo que son meses críticos, en los que hay muchas violencia. Saber si van a cobrar la beca y si va a seguir existiendo el programa. Y sobre todo necesitamos una respuesta del Estado en la que quede claro que los pibes son una prioridad». 

En relación a las gestiones realizadas, Peralta señaló que hubo reuniones con diputados y diputadas y autoridades del gobierno provincial. Pero aún no hubo encuentros con representantes de quienes van a administrar la provincia de Santa Fe después del próximo 10 de diciembre.

«También planeamos reunirnos con el intendente electo Pablo Javkin. Estamos buscando todos los apoyos posible para que esto continúe y para que sea una política de Estado. Es importante que las cosas buenas perduren y el Nueva Oportunidad ha sido un programa muy importante para Rosario, fundamentalmente,  para los chicos de los barrios».

Además, el dirigente de Causa subrayó que la partida presupuestaria destinada al nueva oportunidad representa el 0,23 % del presupuesto estatal. «Si hay voluntad política, se lo puede mantener, y también ampliar y mejorar, que es lo que estamos pidiendo. Por eso la importancia de que se convierta en ley».

En ese sentido Peralta recordó que el proyecto había pasado a discusión en comisiones pero luego quedó trabado. «Tenía que pasar a la Comisión de Presupuesto, pero no avanzó. Pero eso es porque hay un montón de cuestiones a a nivel provincial, como fue la discusión de la Reforma Constitucional, u otras discusiones que tienen que ver con la transición y que han ido frenando la discusión del Nueva Oportunidad».

Más allá de las gestiones y reuniones, los responsables de las nuevas gestiones municipales y provinciales no han garantizado la continuidad del programa a las organizaciones que sostienen los espacios de trabajo en barrios, clubes o cárceles.

Dese el año 2013, cuando nació en Rosario, el Nueva Oportunidad se instaló como un programa dirigido a «una población que ha sido desatendida por décadas, cuando no estigmatizada y criminalizada». Por esa razón, las . Por ello, entendemos necesario defenderlo, ya que muchos pibes y pibas han encontrado en estas propuestas espacios que antes les eran negados o que sólo ofrecíamos las organizaciones, sin ningún tipo de acompañamiento estatal».

Inicialmente, el Nueva Oportunidad viabilizó la participación de 320 jóvenes. Luego comenzó a crecer  hasta incorporar a 1.400 jóvenes en los diversos distritos municipales en el año 2015.

A partir del 2016, el programa se provincializó extendiendose a diversos territorios urbanos de la provincia de Santa Fe. A junio de 2019, participan en Rosario 11.058 jóvenes, sextuplicando la participación desde el 2015. En toda la provincia participan actualmente 17.745 jóvenes de 28 localidades.

«Es una política de Estado que dio buenos resultados y fue efectiva. Y esa es la razón por la cual necesita convertirse en ley. Es fundamental, porque no se trata sólo de un plan, sino que se trabaja afectivamente con los chicos, que los contiene. Ahí radica la importancia, en que se trabaja en sus sueños, en su deseo y su trayectoria de vida»