La Municipalidad de Rosario sigue realizando operativos de control. Esta vez, la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana informó que un total de 232 motos fueron remitidas al corralón en la semana que concluyó ayer por diversas faltas a las normativas de tránsito.

La cifra corresponde a los resultados obtenidos en los cerca de 30 operativos efectuados en toda la ciudad en los últimos 7 días. “Insistimos en la necesidad de respetar las reglas que ordenan la circulación urbana por lo que no sólo mantenemos una presencia preventiva en las calles, sino que cumplimos con nuestra responsabilidad de establecer sanciones a quienes procedan de manera contraria”, evaluó Pablo Seghezzo, al frente de las áreas de control municipales.

Personal de la Secretaría junto a efectivos policiales llevó a cabo entre el lunes pasado y ayer numerosas intervenciones diurnas y nocturnas. “Durante los procedimientos, se requieren a los conductores los documentos reglamentarios para la circulación así como los elementos de seguridad. También se les practican test de alcoholemia”, explicó el funcionario.

“Esta semana obtuvimos un importante resultado en lo que refiere a motocicletas, con la remisión de 232 unidades”, destacó y precisó: “Se trata de vehículos que fueron incautados debido a que sus conductores no pudieron acreditar ni documentos ni elementos de seguridad obligatorios. En un porcentaje inferior, la causa de remisión fue alcoholemia positiva”.

En tanto, en los últimos días se secuestraron 46 autos y dos bicimotos por similares motivos. Pero en general “vemos una disminución de la alcoholemia positiva como causante de secuestro”, indicó Seghezzo.

El secretario remarcó que los controles se despliegan en gran parte de la ciudad, haciendo especial énfasis en aquellas zonas que son más frecuentadas por los rosarinos, ya sea por las noches o bien durante las tardes. “El verano implica un mayor desplazamiento vehicular, sobre todo en la zona norte, a donde la gente va a disfrutar del río”, observó y añadió en ese sentido: “Buscamos garantizar un uso respetuoso y democrático de nuestras calles, una de las condiciones más relevantes para construir la ciudad de la convivencia”.