El periodista rosarino Marcelo Malvestiti será distinguido en el Concejo Municipal por su libro y audiovisual “La peor derrota”. «Porque la derrota no es ante los rivales jugando al fútbol, sino fuera del campo de juego. Cuando los directores técnicos o entrenadores le dicen a la mayoría de los chicos que no pueden continuar más, porque no reúnen las características o cualidades», señala el autor.

El libro trata de la frustración, del fracaso, y el desánimo de un chico que pasa por esa situación que, formó todas sus expectativas y ya no puede continuar en el club, con el agravante de la influencia de los padres que permanentemente le dice “seguí, seguí que vos nos vas salvar de la parte económica”.

La distinción será este viernes 6 de mayo a las 16 en el anexo Alfredo Palacios de calle 1º de Mayo 950 y la actividad fue dispuesta por la edila Silvana Teisa. “La peor derrota” se presentó en el año 2019 en el Congreso de la Nación y el 13 de diciembre del mismo año tuvo su presentación en Rosario en el Club Español. 

Malvestiti, en diálogo con Conclusión, resaltó que «acá juega un rol importante el componente económico, porque la familia quiere salvarse con el chico que posiblemente llegue a jugador de fútbol, y también que deja la escuela secundaria por el fútbol, porque los padres también le dicen “deja de estudiar, total vas a ser jugador de fútbol”.

«Eso en grandes rasgos es el espíritu del libro y ahora se está transformando en un documental, donde ya llevamos tres capítulos, el tercero sale este viernes. En la producción del audiovisual fueron a distintos clubes, empezamos en Rosario, vino la productora acá, se instaló tres días en nuestra ciudad, fuimos a Central, a Newell’s, y a Central Córdoba», indicó el autor. «¿Por qué no a Argentino de Rosario? Porque no respondieron, no sé si les interesó, pero lo dejamos de lado», resumió el periodista.

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El periodista comparaba esa situación con la pérdida de un trabajo:  «Estas seis o siete años en un empleo, y después te llega el telegrama de despido prescindiendo de tu servicio. Esto salvando las distancias es parecido, porque todas las expectativas que tenés vas hacer jugador de fútbol y resulta cuando llegás a una edad determinada cuando vas avanzando de categoría te dicen no pertenecer más al club y quedás en libertad de acción».

«Estuvimos en Buenos Aires, en los clubes Ferrocarril Oeste, Racing y en Independiente, documentando audiovisualmente toda la institución, haciendo notas a los referentes del fútbol, a la gente que está en las divisiones inferiores. Porque esto en sí, pasa en las divisiones inferiores, es allí cuando los chicos pierden esa ilusión de ser jugadores profesionales, porque lo dejan en libertad de acción», contó Malvestiti.

 

 

-¿Hubo casos extremos al frustrarse la carrera del jugador?

-Hubo casos muy graves en la frustración de algunos jugadores, que tomaron determinada situación con quitarse la vida, como un jugador juvenil de un club santafesino de primera división. El técnico le comunica que no pertenecía más al club y al equipo al que estaba jugando quedando en libertad de acción, también en un club marplatense de Primera División, ocurrió un hecho similar, la familia hoy está destrozada.

Sobre este tema, Malvestiti citó el caso de un joven que «se suicidó por quedar en libertad de acción del club». Y Añadió que «solamente se conoce dos casos, pero lo que trata el libro y ahora que se deriva audiovisual, es esto de la frustración, el fracaso, la decepción que sufre un chico cuando ya no puede continuar más la carrera futbolística». «Nosotros lo que hacemos cuando vamos a las instituciones deportivas, siempre preguntamos ¿qué hace el club con este porcentaje alto de chicos que queda fuera del club, un 95 % aproximadamente que queda sin poder continuar en la institución y solamente el 5% llega a la primera división?», cuestionó.

El autor del libro señala que «los clubes están preocupándose por el tema, dicen que primero los forman en valores para que puedan ser mejores personas, porque esto está reservado para unos pocos que llegan a la primera división, se están ocupando mucho de la contención, y preparando a los chicos y concientizándolos que esto no es para todos, que la profesionalidad está reservada solamente un 5%. Lo que hacen es ir preparándose en el trayecto cuando van pasando de categoría, le van diciendo estudien, hagan otras cosas al margen de jugar al fútbol, para atenuar ese golpe que puede sufrir cuando se tiene que ir».

 

-¿Quiénes los contienen en los clubes?

-Hay psicólogos, coaches en algunos clubes que contienen a los chicos y también juntamente con los entrenadores hablándoles, incluso les dicen que no dejen de estudiar. El estudio es el punto clave, en la investigación que realicé cuando comencé con el libro, observé que hay varios clubes que tienen escuelas, entre ellas, Newell´s Old Boys, Racing, Independiente, Boca, y casos como Rosario Central que no tiene escuela. Se hace un acuerdo con la institución deportiva y educativa, por más que no tenga escuela, obviamente, no todos los chicos de Newell´s, por ejemplo, van a la escuela de Newell´s, están distribuidos en otras escuelas. Pero más allá de que Central no tenga escuela, se puede hacer un control. Hacen un contrato con ambas instituciones para que el chico no deje de estudiar. Esto lo repito siempre, donde he averiguado como en el caso de Independiente, chicos que dejan de estudiar influenciados por los padres, que avalan que ellos no estudien, creen que van hacer jugadores de fútbol.

-¿Estos chicos cómo terminan?

-Por ejemplo, en Racing me dicen que tienen acuerdos con otras instituciones deportivas por si el chico queda en libertad de acción, para que pueda ser reubicado en otros clubes. Entonces ellos, lo ceden a préstamo y si el jugador es vendido, Racing cobra un porcentaje de esa venta. En realidad, la mayoría de los clubes no hace eso, el chico queda liberado al azar, no sabe desenvolverse y encima no estudió, la decepción es muy grande. Remarco por eso la importancia de algunos formadores o entrenadores que tienen la tarea de concientizar a los chicos durante las divisiones inferiores.

Pero, el mayor problema -subrayó-, se genera de raíz en el baby fútbol, «allí los padres empiezan a exigir, hablar con los técnicos, más allá de lo que a veces se ve en las distintas canchas de baby fútbol, hay insultos al árbitro, peleas entre los familiares, entre un equipo y otro, entonces eso se transmite en el campo de juego».

«Fíjate el ejemplo que están dando los mayores a los más chicos, después eso se transforma en algo tremendo», criticó el periodista. Al tiempo que agregó: «Los chicos que están dentro de la cancha, escuchan a los padres que gritan, se insultan, también al árbitro, y esto se traduce en faltas, infracciones dentro de la cancha, y hay que tener en cuenta que son del baby fútbol».

Por otra parte, Malvestiti detalló que «Aldo Pedro Poy en el libro dice que los chicos en el baby fútbol tienen que jugar todos porque si estamos hablando de insertar a los chicos en los clubes para sacarlos de la calle tenemos que provocar que el chico no se vaya del club, que siga estando en esa institución. Entonces deben jugar todos en el baby fútbol, no tomarlo como una competencia extrema donde hay que ganar sí o sí, donde la competencia es feroz a veces».

«Desde el baby fútbol van concientizando a los chicos que tienen que ser jugadores de fútbol, ni hablar de aquellos que tienen muy buenas condiciones, destreza y habilidades para jugar al fútbol, ya de ahí se va formando y se le va diciendo que va a ser jugador de fútbol cuando en realidad nadie lo sabe. Porque puede ocurrir en el medio, más allá, que lo dejen en libertad de acción porque no cumple con las expectativas, sufrir una lesión, suele pasar que, a una determinada edad, diga “me cansé no jugó más al fútbol, y me dedico a otra cosa, puede pasar», completó el autor.

También apuntó que «hay directivos de fútbol y entrenadores que dicen que un jugador juvenil que llega a la primera división juega tres partidos y desaparece; ellos no consideran que llegó a ser jugador profesional. Hay casos que ya han ocurrido, por ejemplo, en Central y Newell ‘s, jugadores que desaparecieron en esos tres partidos y nadie sabe nada, simplemente no colmó las expectativas».

 

-¿Sigue vigente esa famosa frase de los padres: “Con el pibe mi salvó”?

-Sí, hay tres componentes importantes en la carrera futbolística de un juvenil: el éxito, el dinero y la fama, son los tres componentes que influyen a la hora de decirles de parte de los padres, ‘sigan porque ustedes nos salvan’. Desde el momento que avalan que el chico no estudie, ahí te das cuenta cómo influyen los padres. Hay una frase interesante de quien fuera técnico de la primera de Central Córdoba, Juan Rossi, quien dijo en forma irónica ‘yo a los padres le vendaría la boca’. Pero en realidad, es una frase fuerte porque se meten en los entrenamientos, y si a algún chico lo sacan en una práctica, hablan con el técnico y le piden explicaciones. Entonces los técnicos tienen que soportar que los padres se inmiscuyan en las decisiones que toman los entrenadores.

 

-¿La definición correcta es entrenadores o formadores?

– Ellos quieren llamarse formadores porque a partir de esta discusión que se está armando con el 95% que no llegan a primera, ellos quieren formar a los chicos en los valores, formarlos como personas por si fracasan en el fútbol. Pasó en un momento que cuando los entrevistas los pones en aprieto, porque son ellos los que tienen que sacar gente. Es como hacerle una nota al jefe de producción que tiene la orden de despedir gente. Entonces, a veces es como que le escapan a la nota, muchos no se animan a hablar porque piensan que estás poniendo en tela de juicio su trabajo de dirigir una práctica, de comunicar la faz táctica y ver la faz técnica de un jugador determinado. Y eso lo pone en una situación incómoda, porque son ellos quienes tienen que decirles a los chicos en un determinado momento ‘quedaste fuera del club’.