La noche de Navidad estuvo marcada por un fuerte operativo municipal de controles en las zonas donde se concentró la actividad nocturna. Se realizaron test de alcoholemia y controles vehiculares, todos con una importante presencia de la Guardia Urbana Municipal y Control Urbano. No sólo se controlaron conductores y vehículos, sino que también se fiscalizaron locales bailabes, fiestas en espacios públicos y una fiesta en el Hipódromo.

Según informaron desde la Secretaría de Control y Convivencia, sólo fueron detectados cinco conductores con alcoholemia positiva. El caso del nivel más alto dio 1,85 gramos de alcohol en sangre en la zona de Presidente Roca y Avenida Pellegrini.

También se remitieron algunos vehículos al corralón municipal. Se trató de autos y motos que no cumplían con los requisitos de las ordenanzas vigentes, en lo referente a documentación y elementos de seguridad.

De acuerdo a las declaraciones realizadas por Carolina Labayru, no fueron muchos los locales bailables que abrieron sus puertas. “Las fiscalizaciones se desarrollaron en diez comercios y los inspectores pudieron constatar que todos respetaron el horario de cierre. Hay que tener en cuenta que no fueron muchos los locales que abrieron sus puertas”.

En cuanto a la fiesta que se llevó a cabo en el Hipódromo, la titular de Control y Convivencia explicó que «convocó a unas 3300 personas y «se desarrolló con naturalidad y sin inconvenientes». «Hubo emplazamiento de ambulancias de manera permanente en el lugar, cumpliendo así el protocolo para fiestas masivas. No hubo atenciones ni traslados a nosocomios públicos o privados”.

Labayru se refirió también a las fiestas en espacios públicos. Allí,  la Secretaría de Control realizó un control con presencia preventiva, mantuvo una presencia preventiva, en zonas de la Costanera y Parque de las Colectividades. “Por precaución, un cordón de inspectores municipales impidió que se ubiquen a la vera de la barranca”, especificó Labayrú.