Hace unos meses, una familia vive en una esquina de Gorriti y Provincias Unidas, en la zona oeste de Rosario, donde hay un baldío que simula ser una plazoleta barrial y que ellos por necesidad adoptaron como vivienda.

Allí, instalaron una carpa de dimensiones medianas, donde viven, comen, y descansan Rubén y Dalma junto a sus tres hijas hace aproximadamente tres meses, cuando tuvieron que dejar la casa donde vivían debido a un conflicto con un vecino, un comerciante de la zona. El hombre contó que este vecino le ofreció comprarle la casa pero no lo convencía el precio de la misma, por lo que, según denunció Rubén, el comerciante la «prendió fuego».

Rubén contó a Conclusión que «tenía en venta la casa, iba a recibir tanto, alguien me quería dar menos y yo le dije que no se la vendía y él me quemó la casa». Al preguntarle por qué cree que se llegó a esta instancia, el padre de las niñas explicó que el hombre hizo lo que hizo porque no se la quiso «vender al precio que él me quería comprar. Ahora la tengo en venta, pero tampoco me la quiere comprar. Ando a la deriva».

El hecho ocurrió hace cuatro meses, y hace tres que la familia se encuentra en la calle. «El abogado está tratando de que él que me quemó la casa me dé un resarcimiento», continuó Rubén.

Por su parte, la mamá de las pequeñas, Dalma, comentó que viven en la carpa con sus tres nenas. «Juntamos cartón, y lo vendemos acá cerca en una chatarrería», dijo. La mujer aclaró que «estamos esperando que se arregle la situación así vendemos el terreno».

Desde la Secretaría de Desarrollo Social se comunicaron con la familia, según explicó Dalma: «Querían ver si yo tenía los papeles de la casa para ir a hacer una denuncia en la Comisaria 14 con los vecinos para recibir un resarcimiento».

La familia se siente esperanzada al pensar en una vivienda que se transforme en su hogar: «Tenemos una señora que no nos pide recibo. Me dijeron que era muy solidaria y que sabía nuestra situación. Esperemos que se solucione por las nenas».