VIERNES, 29 DE NOV

Las escuelas que continúan el legado de Carlos Fuentealba en Rosario

A trece años de su muerte, dos entidades educativas de la ciudad llevan el nombre del maestro asesinado por la represión policial en Neuquén. Conclusión dialogó con sus directoras, para quienes el docente representa los valores que buscan transmitir.

Por Guido Brunet

El 4 de abril de 2007, en el marco de una huelga del sindicato docente ATEN, de Neuquén, Carlos Fuentealba fue asesinado en medio de la represión policial a los trabajadores de la educación.

Su figura se convirtió en un emblema de la lucha docente por sus derechos. En cada protesta la cara del maestro en las banderas de los manifestantes. Pero en Rosario, también existen dos escuelas que llevan su nombre: la Nº 569 de Riobamba al 7700 y la Nº 518, ubicada en Rouillón 4400.

Marcela Hasin, directora de la escuela 518 comentó a Conclusión: “Nacimos en 2008. En un momento dado tuvimos que hacer un proyecto para elegir el nombre. Se hizo una votación en la que participó toda la comunidad educativa. Se eligió Carlos Fuentealba, se elevó al Ministerio, que lo aprobó”. “Luego -contó- se hizo un escudo. Para eso se hizo un concurso con los chicos”.

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Sobre la escuela, la docente detalló: “Nuestra escuela es intercultural bilingue. Muchos alumnos son de pueblos originarios, como tobas, wichís, mocovíes. Y también de otras nacionalidades. Es una comunidad multicultural”.

Marcela Hasin durante la imposición del nombre a la escuela, junto a la, entonces intendenta, Mónica Fein

Para Hasin, el nombre de la escuela no es uno más, ya que representa “los valores por los cuales luchamos, como el superarse a pesar de los obstáculos que tenemos a diario”.

“Por el lugar en el que está la escuela uno siente que cada vez son más diversos los obstáculos. Pero como educadores tratamos de superarlo para poder salir adelante”, señaló, y agregó: “Somos educadores comprometidos por la educación pública, que es por lo que luchó Carlos Fuentealba. Estamos comprometidos con esos valores, día a día, desde los salones y también cuando tenemos que salir a las marchas. Eso es lo que nos reúne y compromete”.

Por su parte, Valeria Ríos, directora de la escuela Nº 569, ubicada en el barrio de Santa Lucía, manifestó que “la escuela está hace 45 años. Fue creada por los padres ante la necesidad de contar con una escuela en el barrio. Primero dependíamos de una escuela primaria, luego se ‘independizó’”.

Sobre la elección del nombre, la directora consideró: “Si hay una persona que dio su vida por la lucha y el compromiso social es Carlos Fuentealba. Por eso elegimos el nombre”.

“En la elección del nombre había otros dos candidatos: René Favaloro y Azucena Villaflor. El proceso de selección fue maravilloso. Se hizo una votación en los salones y salió elegido Carlos Fuentealba”, contó.

“La escuela siempre tuvo la impronta de lucha y compromiso social”, añadió Ríos. “Esta es una fecha muy importante, porque uno reinvindica como todos los días esta lucha y este compromiso social”, expresó Ríos.

“Cada día que abrimos las puertas de nuestra escuela tratamos de dar el ejemplo y hacer honor a la memoria del compañero y honrar a la familia que tuvo esta pérdida”, cerró la docente.

 

El día trágico

Ese 4 de abril de 2007, los docentes realizaron un corte de la ruta 22 a la altura de Arroyito, cerca de Senillosa, como medida de protesta salarial. Ese día la policía provincial recibió la orden del gobernador Jorge Sobisch de impedir que los manifestantes cortaran la ruta.

La policía dispersó con balas de goma, gases lacrimógenos, bombas de pintura y un carro hidrante en dos ocasiones. Muchos se refugiaron en una estación de servicio cercana y otros eran perseguidos por policías a pesar de haberse retirado de la ruta.

Tras una conversación entre dirigentes y policías en la estación de servicio, se detuvo el accionar policial y los docentes se retiraron en grupo, a pie y en autos, hacia la ciudad de Senillosa, escoltados por camionetas policiales.

Fuentealba se encontraba en el asiento trasero de un auto Fiat 147 patente ACM 169 que huia del lugar, cuando un policía de nombre José Darío Poblete, integrante del Grupo Especial de Operaciones Policiales (GEOP) de la ciudad de Zapala, arrojó una granada de gas que traspasó el vidrio del auto impactando en Fuentealba que se encontraba a unos 2 metros de distancia y disparó una granada de gas lacrimógeno marca Towers.

El cartucho de gas lacrimógeno atravesó el vidrio del vehículo e impactó en la nuca de Fuentealba, causándole un hundimiento de cráneo. En el hospital provincial fue sometido a dos operaciones y finalmente murió el 5 de abril de 2007.

 

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