Ante la oleada de falsas amenazas de bomba en las escuelas de Rosario y la capital santafesina, desde las Seccionales de Sadop en ambas localidades emitieron un comunicado conjunto para expresar su “profunda preocupación” ante los hechos que ya se repitieron centenares de veces en lo que va del año y que afecta “la actividad educativa de los establecimientos” y las “zonas en donde están emplazados los colegios que reciben este tipo de llamadas”.

“Ante cada amenaza recibida de este tipo, las escuelas deben poner en juego los protocolos de seguridad para evacuar a toda la comunidad educativa. Esto implica que los alumnos y alumnas muchas veces permanezcan en las calles hasta que las fuerzas de seguridad y bomberos puedan determinar de que se trata de una falsa amenaza”, aseguraron.

A continuación, el comunicado completo:

Sobre las falsas amenazas de bombas en las escuelas

Desde el Sadop Seccional Santa Fe y Seccional Rosario expresamos nuestra profunda preocupación por los hechos que vienen produciéndose en relación a las amenazas de bombas que reciben las escuelas. En las ciudades de Santa Fe y Rosario en el transcurso del año se ha recibido centenares de amenazas de bombas falsas lo cual afecta tanto la actividad educativa de los establecimientos, como la de las zonas en donde están emplazados los colegios que reciben este tipo de llamados.

Ante cada amenaza recibida de este tipo, las escuelas deben poner en juego los protocolos de seguridad para evacuar a toda la comunidad educativa. Esto implica que los alumnos y alumnas muchas veces permanezcan en las calles hasta que las fuerzas de seguridad y bomberos puedan determinar de que se trata de una falsa amenaza.

Alrededor de doscientas amenazas de bombas falsas tuvieron lugar en colegios de Santa Fe y Rosario. En una jornada hubo siete de estos hechos en diferentes colegios de Rosario, por lo que más mil alumnos y alumnas debieron ser evacuados. En Santa Fe, una escuela recibió cuatro amenazas en un mismo día.

Las consecuencias de poner en marcha los protocolos de seguridad no son solamente económicas para el Estado. En las escuelas se ve afectado el normal desarrollo de las actividades, los más pequeños sienten temor, se ven fuertemente sensibilizados ante la posibilidad de que su escuela sufra una explosión y las personas daños o heridas.

Paralelamente, se debe proceder a la paralización total o parcial del sitio o el área abarcada. De esta manera se afecta la economía, el transporte, el trabajo de muchas personas y  también estado anímico de quienes deben atravesar por esa situación.

Los docentes privados nucleados en el Sadop apelamos a la solidaridad y sensibilidad para que este tipo de acontecimiento llegue a su fin. Frente a este tipo de situaciones es necesario que el Estado, a través del Poder Judicial, investigue sobre de dónde provienen las llamadas y quiénes son los responsables y se actúe en consecuencia, tomando todos los recaudos necesarios.

En el mundo las amenazas de bombas y atentando son reales, por ello es necesario concientizar sobre los miedos, ansiedades, e incertidumbre en vano que generan las falsas amenazas de bombas que sufren las escuelas. La escuela es el lugar donde se educan nuestros hijos, donde trazan amistades, donde juegan y se desarrollan, el miedo a un atentando no debería atravesar esas experiencias”.