La Universidad Nacional de Rosario anunció este miércoles un nuevo ingreso de trabajadores en el marco del cumplimiento del cupo laboral para personas con discapacidad, establecido por la Ley Nacional 25.689. Se trata de unos cinco ingresantes que comenzarán a ejecutar sus tareas no docentes en distintas áreas y dependencias de la UNR.

Según indicaron las autoridades, la Universidad Nacional de Rosario fue en 2019 la primera institución de educación superior que se adecuó a lo establecido por la Ley Nacional 25.689.

El cupo está establecido por ley en un piso mínimo de 4% del ingreso anual del personal no docente de la Universidad Nacional de Rosario. En este caso serán de 5 ingresantes que, indicaron las autoridades universitarias, se suman a partir de hoy en distintas facultades y dependencias de gestión del rectorado de la UNR.

«Hicimos el primer ingreso y ahora estamos presentando el segundo, donde 5 trabajadores y trabajadoras se suman al personal no docente en distintas áreas, dependencias y facultades, así que es un día muy emocionante, pero también muy movilizador desde la perspectiva de poder seguir garantizando derechos que constituían una deuda para nuestra universidad», celebró el rector de la UNR, Franco Bartolacci, en declaraciones a Conclusión.

Respecto a si necesitarán adecuar algunas áreas u oficinas para la labor de las personas ingresantes, el rector de la UNR sostuvo que implementarán las modificaciones que hagan falta. El objetivo no es solamente garantizar el ingreso, también brindarán un acompañamiento desde el área de derechos humanos para que el ejercicio del trabajo.

«Para nosotros, más allá de la cuestión espiritual que significa haber hecho un aporte a estos cinco compañeros con discapacidad y a sus familias, esto plasma en la realidad una cuestión que siempre reclamamos pero nunca se cumplía por fuera de la frialdad del papel», celebró el secretario general de la Asociación del Personal de la Universidad de Rosario (APUR), Miguel Roldán, en dialogo con Conclusión.

La secretaria del área de Derechos Humanos de la UNR, Paula Contino, resaltó que la incorporación de personas con discapacidad a tareas no docentes es una decisión política que apunta a reparar y garantizar derechos. «En este caso, buscamos brindar las condiciones adecuadas para el acceso al trabajo. Esta es una Universidad que quiere alojar nuevos compañeros en el marco de una diversidad que implica un cambio y deconstrucción en nuestra cultura institucional. Se deben garantizar las mismas oportunidades», señaló.