El rector de la Universidad Nacional de Rosario, Franco Bartolacci anunció la creación de centros de cuidado para hijos e hijas de los estudiantes, con la finalidad de “acompañarlos para que puedan desarrollar sus actividades y puedan terminar la carrera”. La nueva gestión lleva pocos meses al frente de la casa de altos estudios, pero el funcionario remarcó que tiene como prioridad “garantizar condiciones para que la gente pueda trabajar y formarse en la universidad”.

En diálogo con la prensa, Bartolacci expresó que “hace mucho tiempo que la comunidad viene planteando la posibilidad de contar con centros de cuidado para los hijos e hijas de aquellos que asisten a desarrollar las tareas de trabajo o de estudio en los edificios de la universidad pública. Venimos trabajando esa problemática a través del área de extensión y en el presupuesto, para lo cual incorporamos un ítem específico para este programa”.

 

Además adelantó que “la próxima semana vamos a poner en marcha la inscripción de lo que va a ser la primera prueba piloto del centro de cuidado de la Universidad Nacional de Rosario. Estará ubicado en la Siberia a partir de un trabajo de del área de extensión y bienestar universitario”.

Con el fin de abarcar todos los horarios de cursado de los estudiantes y turnos de los trabajadores, explicó que los centros contarán “con tres turnos, mañana, tarde y noche. La semana que viene vamos a terminar de especificar las características para la inscripción y va a ser la primera prueba en este territorio. Es muy importante porque en el predio de la Siberia acuden muchas personas diariamente a realizar todas sus actividades en la comunidad y en función del desarrollo de la experiencia, vamos a ir ampliando progresivamente a los otros espacios geográficos de la Universidad de Rosario. Como ha pasado con la política de comedores que empezó en Siberia y hoy finalmente ya está abarcando toda la universidad”.

Al ser consultado sobre el rango de edades de los pequeños que podrán asistir, especificó que será “para chicos bien chiquitos hasta 4 o 5 años de edad y la idea es que haya opciones de poder estar fijos, para aquellos que así lo necesiten y otros transitorios. Hay gente que va a la universidad a tomar cursos, o una o dos veces por semana, padres o madres que tienen pocas materias para poder recibirse, y que tengan la posibilidad de tener un espacio de cuidado de la universidad y en convenio con las organizaciones sociales que están en el territorio y tener donde alojar a sus hijos e hijas mientras pueden desarrollar sus estudios”.

El rector de la UNR destacó la importancia de estos programas porque “creemos que esto es muy importante para acompañar a la comunidad. Estamos tomando muchas medidas, una de las responsabilidades es estar cerca, cuidar, estar presente con la comunidad y esto tiene que ver con garantizar condiciones para que los propósitos que tenemos, que es que la gente pueda trabajar y formarse en la universidad, pueden efectivamente hacerlo”.

Sobre los números de la deserción en las carreras universitarias, que ha sido una preocupación en los años aciagos del gobierno anterior, dijo que “la deserción tiene múltiples causas y estamos tratando de hacer, desde la gestión de la universidad en pocos meses, dar cuenta de cada una de las causas que provocan la deserción, para finalmente con esa complejidad poder darle una solución al problema. Lo que no queremos es esperar estadísticas, por eso estamos tratando de tomar decisiones. Implementamos el programa de becas el año pasado, lo hicimos con ese sentido, apenas habíamos asumido. Las características que tiene el programa 2020 que presentamos esta semana está claramente orientado a garantizar el acceso, la permanencia y el egreso, de nuestros estudiantes. Estamos trabajando en un programa académico RETOmando, que es una experiencia extraordinaria por el que ya se graduó una chica de 43 años, Natalia, que había dejado la facultad Derecho cuando fue mamá y pudo volver a partir de ese programa. Vamos a ir a buscar a los que tienen pocas materias para recibirse para que puedan volver y terminar sus estudios en la universidad”, remarcó.

En el mismo sentido, describió que la problemática de la deserción tiene diversas aristas, ya que la gente que abandona no siempre lo hace por tener hijos o por problemas económicos, sino por otras razones vinculadas a la vida académica, y la finalidad es también “acompañar a los que tienen dificultades académicas, porque muchas veces los estudiantes dejan, no porque tengan problemas económicos, sino porque no se ambientan a la vida Universitaria o porque la carrera que eligieron no es lo que esperaban, tenemos que pensar en proyectos de formación que es una manera de atender esas problemáticas o sea son un conjunto de medidas. Creo que hay tomar todo al mismo tiempo para tener en cuenta, la complejidad que tiene el problema”.