Por Jennifer Hartkpof

El presente del Hospital Italiano no es el mejor. La situación financiera desde el pasado mes de junio aqueja al nosocomio rosarino, que terminó con la decisión de la Justicia de la intervención.

A partir de esta determinación, Conclusión consultó a Eduardo Javkin, presidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios Privados de Rosario, quien brindó detalles sobre el caso y ahondó en la situación económica general a la que se enfrentan los demás hospitales de la ciudad en la actualidad.

Javkin, sobre el Hospital Italiano, admitió que «la situación es muy delicada desde el punto de vista financiero lo que ha producido una importante deserción de médicos y esto ha desencadenado indefectiblemente en la necesidad de su reestructuración, lo cual agravó la situación económica previa».

«Ante esta situación, el juez primero pidió una auditoría contable que se efectivizó, de la cual han surgido registros bastante preocupantes y con la insistencia del gremio y de otros sectores del ente del hospital se ha desplazado a los directivos actuales, a los que el gremio y los demás sectores consideran los responsables«, explicó Javkin.

Luego dijo que «ahora dependerá del juez» ya que «tendrá que designar quiénes son los interventores y qué medidas toman». Seguidamente agregó: «Desde el punto de vista operativo eso va a tener alguna línea en el sentido de que por lo menos va a haber una conducción que va a intentar reposicionar el hospital«.

«Desde nuestro punto de vista, queremos que siga porque es una institución necesaria en la sociedad por el número de camas, por su trayectoria, por su calidad médica, por lo que nosotros abogamos para que el hospital pueda salir de esta situación muy grave en la que está y esperemos que lo logren los interventores. Vamos a brindar -continuó el representante- todas las medidas de fuerza necesarias que se puedan hacer y que estén a nuestro alcance para colaborar», aseguró.

Consultado sobre la situación económica que enfrentan demás sanatorios y hospitales de la ciudad Javkin aclaró que el caso del Italiano es independiente de los demás hospitales aunque reconoció que actualmente existe un estancamiento en el sector.

«La situación del Italiano viene comprometida desde hace unos años y últimamente se desbarrancó totalmente, pero no tiene nada que ver con la situación financiera del resto de los hospitales y sanatorios de la ciudad, que si bien tienen algunas dificultades producto de la situación del país y producto de la falta de apoyo financiero que existe, no tiene nada que ver con el Italiano».

Profundizando el tema manifestó que «durante dos o tres años hubo un repunte de la actividad y una moratoria que nos permitió desahogarnos de una deuda impositiva que teníamos, los sanatorios han invertido y todos pueden ver en la ciudad inversiones que se han hecho sobre todo en los años de 2008 a 2011; años en que se han remodelado parcialmente quirófanos, se han construido nuevas salas, se ha avanzado mucho y se ha invertido muchísimo en tecnología y comodidades para los pacientes». Sin embargo, expresó que «ahora está medio parado porque la situación se volvió a comprometer».

«El auge vino cuando se recuperó el empleo. La recuperación del empleo trae como consecuencia un crecimiento de nuestra demanda, muchos afiliados de obras sociales se pasan a prepagas privadas desde su obra social con el tema del canje que pueden efectuar y esto hizo que aumente la clientela del sector privado. Por el otro lado, la recuperación de la economía vinculándola a los largos años de crisis que soportamos con la experiencia del menemismo que todas fueron negativas, de muy mala performance en la salud privada, trajo sus frutos», analizó.

«La recuperación de la economía, la recuperación del empleo y el crecimiento de la demanda nos favoreció notablemente. A partir del gobierno de Cristina Kirchner, el cepo, las dificultades de importación, la ley de Medicina Prepaga y sus dificultades para conseguir que nos incrementen los aranceles, toda esta contracción de la economía volvió a ponernos en una situación de ciertas dificultades. Nuestro segmento no tiene créditos, está considerado un factor de riesgo y entonces obviamente que nuestra situación no es la misma que en los momentos de crecimiento de la economía», expuso Javkin.

En ese sentido, dijo que «nuestro servicio privado está íntimamente vinculado al crecimiento del empleo, a las obras sociales. Cuando hay empleo registrado, ese empleado se traduce en crecimiento de las obras sociales y mejora de su situación económica, en consecuencia la mejora del salario real también incide porque nosotros estamos dependiendo de un porcentaje del salario que es el que va a la obra social. Si todo eso funciona bien, nosotros funcionamos mejor».

En ese marco, describió cuáles fueron los factores que frenaron el crecimiento: «A partir de una situación económica en la que se dejó de crecer, paró la creación del empleo, se implementó un cepo que nos dificulta la producción de elementos, el dólar que devaluó notablemente, todos estos son factores nos perjudicaron. Es una cosa que está en paralelo a todos los servicios de economía».

Consultado sobre el vínculo con las obras sociales a partir de la situación actual, señaló que «las dificultades más grandes las tenemos con las empresas de medicina prepaga porque no pueden aumentar sin el permiso de la economía y de la Secretaría de Salud y entonces llevan un atraso considerable que se va incrementando año tras año y eso para los sanatorios trae problemas económicos muy importantes. Con las obras sociales no tenemos mayor dificultad, mientras las paritarias funcionen nosotros estamos adheridos a las paritarias, así que no hay problemas».

En cuanto a los médicos expresó que «en general tienen un arancel muy bajo pero no es una situación actual sino vieja que se profundiza con la oferta de médicos: a mayor oferta mayor dificultad para pelear sus propios honorarios y esto lleva a que estén absolutamente desvalorizados«. Al instante agregó:  «Creo que hay un error político porque esto lleva a un mayor reclamo de aranceles diferenciados, los médicos le plantean estos a sus pacientes por fuera del sistema de seguridad social entonces se genera un tema de extorsión vinculado a que una consulta médica está en 120 pesos, y con 900 que significa el mantenimiento de un consultorio, de la secretaria, del teléfono, de la luz, del auto… lo que necesitan los sanatorios y las clínicas para mantener esas estructuras, más el atraso de los pagos, una consulta médica es vergonzosa«, manifestó un Javkin indignado.

Finalmente concluyó: «Esto lleva a que se distorsione el mercado y esto es un error pero no lo entienden: las obras sociales y las prepagas creen que el costo es inmediato y no ven el costo a lo lejos».

Foto: Florencia Vizzi