Este viernes vecinos del Barrio la Lagunita organizaron una olla popular, donde acudieron alrededor de 600 familias a recibir un plato de comida. Una postal que se está volviendo costumbre los últimos días dadas las necesidades a las que se enfrentan. “La estamos haciendo todos los días. Cada vez es peor, hay chicos más desnutridos. Es total la miseria que hay”, expresó Miriam Maldonado, quien trabaja como carrera y fue una de las organizadoras de la iniciativa en el barrio.

Según cuenta, la decisión de realizar la olla nació de la difícil situación que atraviesa el barrio. Lejos de mejorar, cada vez más gente vive en la pobreza. “Es la gran necesidad. Vemos el hambre muy de cerca”, expresó la mujer, y agregó: “Todos en este barrio vivimos de la cirujeada, y nos acordamos que en el año 89 hicimos una olla popular, y se nos ocurrió volver a hacerla”.

La olla se llena de todo lo que recogen los carreros durante el día. Este viernes excepcionalmente recibieron menudos de un supermercado chino, pero sino se las rebuscan con lo que ellos mismos juntan durante las recorridas diarias, y lo aportan a la causa común. “No tenemos donación, nadie nos ayuda. Esto se hace con el esfuerzo de cada día, de lo que cirujeamos”, contó Miriam.

Todas las tardes, las familias acuden a la plaza con tuppers de helado en busca de su ración de alimentos. “Es muy poco lo que les podemos dar.  Nosotros estamos haciendo lo que el Estado tiene que hacer”, manifestó la carrera.

Miriam, quien es mama de seis chicos, dos de ellos discapacitados, expresó que hoy en día una de las actividades que realiza como medio para sustentarse y obtener un ingreso es salir a cirujear.  “Salgo con el caballo pero a escondidas, en este momento no podemos entregarlo, es lo único que tenemos. Seria matar nuestras familias», declaró la mujer, haciendo referencia a la situación conflictiva que trajo aparejada la ordenanza municipal numero 8.726 para poner fin a la tracción a sangre.

Hace unos meses atrás, un sector de los carreros se manifestó en las puertas del Concejo Municipal, en rechazo a la propuesta de entregar el animal a cambio de capacitaciones en diversos emprendimientos productivos, ya que hoy en día, es la única «herramienta» de trabajo que poseen para poder realizar su actividad. “Estamos conscientes de que no podemos. Pero es demasiado el hambre y la necesidad de las personas, si no salimos nos morimos de hambre”, agregó Miriam. En ese sentido, expresó: “No sabemos hacer otra cosa. Nacimos arriba de un carro”.