SáBADO, 30 DE NOV

La historia de David Magallán, un “hiphopero” que busca abrirse paso en Barrio La Sexta

A través de “Deivid”, su último lanzamiento, este artista rosarino sigue adelante con su prosa callejera y revolucionaria. “En lo particular intento transformar la sociedad desde el arte, ya que ante tanta desigualdad buscamos a través de esta herramienta poder llegar a todos”, indicó.

Por Alejandro Maidana

“Por sobre todo callejero, después artista

Llevando el lenguaje con sustancias a la pista

Escribiendo Rap con R de Rosario

Porque somos el sostén de tu club, de tu escuela y de tu barrio

Marcando territorio revolucionamos con lo contemporáneo …”

El Rap es el arte musical de impacto, de dar un golpe seco o sencillamente hablar a través de una pista o sin ella. Su origen en las periferias de New York, motorizó el poder “decir, contar, resistir y denunciar” bajo las normas de un estilo libre, de aquellos afroamericanos y latinos que crecieron en los márgenes de una sociedad segregacionista y prejuiciosa. Así fue como el Rap fue creciendo en intensidad haciendo añicos barreros culturales, idiomáticas y por, sobre todo, fronteras.

Esta forma de resistir, se ha extendido por todo el continente gracias a su particular y revulsiva forma de relatar las vivencias e historias que atraviesan a las distintas barriadas. El freestyle, ese estilo libre que busca improvisar a través del rap, se ha erigido como salvoconducto en las juventudes vulneradas que buscan desde las “batallas” poder sacar esa voz silenciada por una hegemonía que es puesta contra la pared cuando la improvisación ocupa la escena.

Rapero, MC, feestyler o sencillamente Gallo, así se denomina a quienes encuentran en cada rincón de su barrio, un espacio en donde poder batallar con la palabra. Sin duda alguna este estilo oficia de trinchera para discutirle al sistema desde un puñado de rimas, un refugio en donde las juventudes vulneradas en muchos de sus derechos, se empoderan para salir al ruedo sin rodeos y con la garganta cargada de incómodas realidades.

David Magallán vive en el populoso Barrio La sexta, comenzó con el freestyle en el año 2015 en una cancha de fútbol detrás de la Universidad con dos amigos. De allí en adelante, no cesó en practicarlo día y noche, fue participando en competencias de rap, asistiendo a los eventos de la Universidad Nacional de Rosario, como por ejemplo el Congreso de Derechos Humanos, Congreso de Psicoanálisis y Foros de Infancia.

Mientras la violencia letal atraviesa de manera sideral la medula de las barriadas populares, el Rap emerge como una trinchera contenedora de una generación olvidada. Sacando la voz para decirle a lo que toman decisiones acá estamos, esto nos pasa, estos son nuestros sueños, y los mismos no caben en sus urnas. La cultura popular como ariete demoledor de discursos edulcorados, una barricada levantada por aquellos que salieron a gritarle a esa porción de la sociedad que cultiva el individualismo, acá estamos.

Maldito Deivid o Cocucha MC, como rezan sus nombres artísticos, atravesó un largo proceso y un espinoso camino en el cual, a través de los años, se fue formando como artista musical. En el 2018 conoce a Italo, estudiante de la Universidad de Psicología que brindaba un taller de guitarras en el lugar. Así fue como se genera un vínculo con mucha química entre la guitarra y la poesía, transformando sus letras en música. Una tarde cualquiera se juntaron en la Siberia a tocar y cantar, y allí sucedió algo muy especial, en ese momento lograron las primeras notas de un tema que seguramente tendrá un profundo anclaje.

De este modo, junto a Italo compondrían el tema en una canchita de fútbol barrial para luego comenzar a tocar en muchos eventos. Hoy tiene el agrado de compartir públicamente una versión en vivo realizada en el Teatro Rafael de Aguiar de San Nicolás después de un largo trabajo y un proceso que demandó mucho esfuerzo. La idea sigue firme y la cosecha adelante, ya que este artista barrial siempre tuvo en claro que la música es un portal para transformar la sociedad desde el arte.

David Magallán también viene realizando un trabajo territorial dentro de la facultad de psicología que funciona en el mismo barrio. “Tenemos un convenio con el área de gestión que nos permite a través del taller de Rap, poder vincularnos, agruparnos y caminar juntos con las y los pibes del barrio. Llevamos adelante colecta de ropas, merendamos y brindamos apoyo escolar dentro de lo que sería el marco académico. Es como siempre digo, en lo particular intento transformar la sociedad desde el arte, ya que ante tanta desigualdad buscamos a través de esta herramienta poder llegar a todos. Como me ha pasado a mí en muchas oportunidades transitando situación de calle, no tener la oportunidad de que alguien me grabe un tema, o en que productora poder presentarlo. Por ello, el tema que estamos presentando para mi representa muchísimo, ya que el camino transitado no ha sido nada fácil”, comentó el artista.

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