Por Jennifer Hartkopf

Como todos los veranos, La Florida suele ser el lugar elegido por un gran número de rosarinos que no salen de vacaciones o prefieren quedarse en la ciudad a disfrutar de las costas del río Paraná. Por eso ya es costumbre ver durante los meses de diciembre, enero y febrero a una multitud de rosarinos que se acercan a las playas del corredor ribereño para disfrutar del sol y el verano.

Conclusión se arrimó a La Florida para conocer cómo viene la temporada durante este comienzo 2015, cómo está el control en la zona, cuáles son las principales tendencias y cómo es la cobertura médica en caso de emergencias en el lugar.

Desde los guardavidas hasta representantes de los paradores balnearios coinciden en que si bien el flujo de gente es alto, sobre todo los fines de semana, La Florida tiene menos público que el año anterior. Y también todos coinciden al atribuir la merma de gente al clima: “Un día llueve, otro no, después sale el sol… Al no ser constante el clima, la gente viene menos. En cambio el año pasado fue un verano de más calor, con más continuidad de días soleados por eso había más bañistas”, explicó a Conclusión uno de los guardavidas.

Miembros de la Guardia Urbana Municipal (GUM) adhirieron y dijeron que “el clima no ayuda, está muy cambiante, por lo que hay menos gente que en el 2014”.

Por su parte, mozos del parador “Caracola” fueron más contundentes al expresar que “la temporada en cuanto al año anterior bajó mucho, está viniendo mucha menos gente”.

Respecto a la seguridad y el control en el agua, La Florida cuenta con seis puestos de guardavidas -dos por casilla- quienes trabajan en dos turnos diarios: de 8 a 14 el primero y de 14 a 20 el segundo.

“El nuestro es sobre todo un trabajo de prevención. Tenemos que evitar todos los conflictos que hay en el río, como cuando se tiran arena, o un grupito de chicos que se golpean y juegan a las piñas, o cuando se hacen cocochito y pueden lastimar a un tercero”, contaba uno de los bañeros.  “Por eso necesitamos trabajar en conjunto con la GUM y la Policía, como se viene haciendo, porque en caso de que haya una situación más peligrosa, o algún ahogado nosotros tenemos que ocuparnos y estar disponibles para eso, esa es nuestra prioridad. Por eso -continuó- no podemos vigilar todo solos y necesitamos de la GUM y la Policía”, señaló enfático el guardavidas.

Cuando fue consultado sobre la principal problemática que enfrentan se refirió al alcohol. “El fin de semana sobre todo, es muy común. Por eso es muy importante que no se permita tomar acá y que se haga un buen control sobre eso”, dijo. “Aunque a veces no consumen en el momento, vienen ‘tomados’ de la noche anterior y generan conflictos porque están borrachos; sumado a las altas temperaturas y al calor, que hace que se sientan peor”, agregó.

Como segundo inconveniente mencionó el tema del boyado. “Muchos pasan el límite permitido, por eso hay que estar muy atentos, y muchas veces también se suben encima o las rompen y eso molesta y perjudica a la gente, porque la idea es que se respete a los demás y todos puedan disfrutar de la misma manera”, dijo para finalizar.

Por su parte, la GUM dijo que contribuye en la prevención del lugar controlando la ingesta de bebidas alcohólicas, que no haya peleas y en caso de complicarse, recurren a la Policía.

En relación a los perros, mencionaron que “está prohibido, sin embargo la gente los trae más que todo a la mañana que no hay tanta gente”. “Nosotros les decimos que no se puede, pero a veces no hacen caso. Al menos pedimos que los tengan atados o con bozal”.

Lo cierto es que ha aumentado, en comparación al año pasado, el número de personas que se dirigen a las playas con sus mascotas y hacen caso omiso de las reglas que indican precisamente lo contrario.

Actualmente la zona de La Florida cuenta con una prevención médica a cargo del Sies. Quienes trabajan de lunes a viernes -un grupo de médicos y enfermeros- y durante los fines de semana incorporan personal de moto (Unidad de Respuesta Inmediata) y un enfermero más al grupo.

“Antes, hasta el año pasado trabajábamos en una carpa lo que significaba muchísima incomodidad, a la noche nos íbamos y lo usaban para dormir, lo ensuciaban todo, la cortaban; era un desastre. Además que la gente sufría mucho el calor y no estábamos trabajando cómodos”, contaron miembros del Sies.

“En cambio ahora -prosiguieron- estamos de lujo”, mencionaron en relación a la nueva unidad inaugurada el pasado viernes por la Municipalidad. “Tenemos equipamiento de alta complejidad, que incluye desfibrilador, oxígeno portátil, electrocardiograma, aire acondicionado, es decir todo lo que está arriba de un móvil de emergencia”, agregaron contentos.

Respecto a la cantidad de visitas que reciben hablaron de un mínimo de diez personas por día, duplicándose los fines de semana y mencionaron “heridas cortantes, golpes leves, toma de presión y alguna que otra quemadura solar”, como las principales causas de control.

“Si es algo grave, acá se hace la primera atención y luego se pide un móvil y se deriva a un hospital. Acá reciben la primera respuesta”, mencionaron los miembros del Sies.

En tanto, los mozos de “Caracola” dijeron que el caudal de gente que reciben se concentra al mediodía, generalmente por familias y luego retoma a la tardecita, con los jóvenes, desde las 19 hasta las 3 de la mañana los fines de semana.

“Lo que más se toma acá es la cerveza, a veces daikiri o algún trago, pero fundamentalmente cerveza y lo acompañan con la picada ‘Caracola’ que incluye papas, empanaditas, milanesas, aceitunas, lo común de las picadas y es para tres personas y sale 205 pesos”, contó una de las mozas.

Con todo, La Florida es siempre una de las mejores opciones que ofrece la ciudad para pasar el calor y atravesar el verano. Con cobertura médica, guardavidas, control policial y paradores durante todo el día, La Florida siempre estará entre los principales atractivos.