Por Jennifer Hartkopf

El pasado 9 de junio se oficializó en el Boletín Oficial el Programa Nacional de Alimentación Saludable y Prevención de la Obesidad que encabeza Alberto Cormillot, que aspira a que la población aprenda y ponga en práctica las recomendaciones de las nuevas Guías Alimentarias Argentinas, que disminuyan las enfermedades crónicas asociadas con la alimentación poco saludable, y lograr el cambio de hábitos. Sobre todo, en los chicos.

El plan incluye 10 puntos que regirán las políticas públicas. Continuar con las encuestas nacionales de salud y factores de riesgo, ampliarlas a toda la población -suelen incluir a los mayores de 18 años- e incorporar nuevos indicadores que describan mejor el perfil nutricional de los argentinos es uno de los puntos incluidos. Otros se ocupan de aumentar la actividad física, reducir el sodio y los azúcares de los productos alimenticios para lograr valores más saludables, monitorear la ausencia de grasas trans en los alimentos industrializados y seguir promoviendo el consumo responsable de alcohol y la cesación tabáquica.

En ese marco, Conclusión consultó a un especialista para tener una mirada profesional sobre el tema, y conocer un poco más sobre cómo promover una alimentación saludable y mejorar la nutrición.

Entre los consejos a tener en cuenta para mejorar la alimentación, la licenciada en Nutrición Sofía Hernández -Mat. 1420/2- recomendó:

  • Consumir abundante líquido
  • Consumir 4 comidas y 2 colaciones
  • Tratar de que en el plato haya variedad de alimentos
  • Limitar el consumo de bebidas azucaradas
  • Limitar el consumo de azúcar
  • Limitar el consumo de frituras
  • Aumentar la actividad física
  • Reducir el consumo de sal
  • Limitar el consumo de alcohol
  • Aumentar el consumo de frutas y verduras

“La dieta saludable, como dicen las Guías Alimentarias Argentinas, debe incluir todos los grupos de alimentos, algunos en mayor cantidad que otros, y abundante consumo de agua”, profundizó la especialista y continuó:“Dentro de estos grupos de alimentos  están los cereales, cualquier tipo de harinas que incluyenpastas, pan y papa;las legumbres; las carnes tanto vacuna o pollo y pescados yhuevo;  las frutas y verduras; lácteos y aceites. Esta dieta es la tradicional, pero también hay otras variantes, como las vegetarianas”.

Asimismo, la profesional destacó la importancia de realizar actividad física ya que según explicó “los beneficios que ofrece son innumerables” y contribuye, entre otros, a “tonificar los músculos, flexibilizar las articulaciones, combatir el sedentarismo, disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, ayudar a dormir mejor, a tener un peso saludable, mejorar el autoestima y la salud mental”.

Entre las principales consecuencias de llevar adelante una mala alimentación señaló dos vertientes, una en caso de excesos y otra en caso de disminución de alimentos.

“Lo más comúnes sufrir consecuencias por exceso,lo que conduce al sobrepeso o la obesidad pudiendo desencadenar en una diabetes o problemas cardiovasculares, entre otros. Pero también están los casos donde se sufre la falta de alimentación dando lugar a la desnutrición, que puede ser producto de falta de alimentos o por otros trastornos como la anorexia o la bulimia que también si se prolongan, acarrean problemas para la salud”, explicó Hernández en diálogo con Conclusión.

— ¿Qué podría hacerse desde el Estado para contribuir a mejorar la alimentación de los argentinos?

— Si bien el Estado ha hecho cosas interesantes como por ejemplo en Rosario crear la calle recreativa para que la gente salga y estimular así, la actividad al aire libre, hay muchas otras cosas que podrían hacerse.Una podría ser tratar de disminuir los precios de comidas saludables ya que siempre los costos económicos responden a las comidas muy calóricas o rápidas; así como brindar acceso a diversos tipos de alimentos, que sea fácil para un celíaco, por ejemplo, poder adquirir el producto que necesita; o proporcionar una oferta gastronómica saludable. Si bien el Gobierno debe y puede ayudar, hay que saber que cada uno es responsable de sus elecciones. No obstante, la nutricionista se mostró optimista al considerar que las personas cada vez son másconscientes de los estilos de vida saludables, y tanto por estética como por salud, tienden a cuidarse cada vez más buscando alimentos y opciones más sanas.

 Recuadro 

“Hay todo una movida de concientización en torno a la vida sana, refiriendo tanto a la alimentación como a la actividad física. Y además, también cada vez más van apareciendo grupos de personas que eligen estilos de vida más naturales dejando de lado los productos industriales y apuntando más a los orgánicos, como las dietas vegetarianas, veganas, macrobióticas que supervisadas y bien informadas son buenas opciones”, dijo Hernández para finalizar.