La crecida del río Paraná, que en Rosario se encuentra muy cerca de los cinco metros, nivel de alerta para las actividades humanas, tendría «un efecto reparador para el daño ambiental» causado a los humedales por la sequía y extrema bajante de los últimos años, se informó este lunes.

Jorge Bártoli, integrante de la organización ecologista El Paraná No se Toca, dijo que el río, a raíz de las lluvias por la corriente de El Niño, «está cerca del nivel de alerta, que es de cinco metros en Rosario».

Esta mañana en la ciudad, el río medía 4,71 centímetros, según autoridades de la Prefectura Naval Argentina. «Era esperable, habíamos estimado que podríamos llegar a estos niveles de alerta y aún superarlo levemente», señaló el ecologista.

Y agregó: «Un repunte de esta naturaleza era algo esperado después de tantos meses de humedal vacío de agua. Esta situación va a recomponer el enorme daño ambiental causado en los últimos años por la sequía y la extrema bajante del río».

En relación a los niveles de alerta, Bártoli lamentó porque la crecida del río «afectaría las actividades humanas».

«Cuando hablamos de crecida, hay que pensar en la población que vive en sectores anegables y en situación de vulnerabilidad», reconoció el ambientalista.

«La crecida es beneficiosa estrictamente para lo ambiental, porque favorece sobre todo a la reproducción de los peces, el ciclo reproductivo de especies como el sábalo, que es la especie forrajera de otras especies», explicó Bártoli.

El ecologista dijo que la crecida del río Paraná «viene a facilitar además la recomposición de la masa vegetal y especies típicas de estos ecosistemas».

El flamante intendente de Santa Fe, Juan Pablo Poletti, anunció este lunes que, por la crecida del río Paraná, declarará la emergencia hídrica en la ciudad, donde ya se encuentran anegados algunos sectores del este de la capital provincial.

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