Por Alejandro Maidana

Traspasar la barrera de lo imposible, hacer añicos las obras gestadas por los devoradores de oportunidades y consolidar la sororidad villera, allí, donde más cuesta discutirle al patriarcado. Esta es la nueva obra de una organización que lejos de amilanarse por la execrable situación económica y social, avanza aferrada al mayor capital que poseen los de abajo, la dignidad.

La Casa de la Mujer y las Disidencias es una maravillosa apuesta para que mujeres del barrio y de toda la ciudad, puedan acercarse a compartir sus experiencias personales en pos de un empoderamiento que parece no tener límites.

Desde el escalón más bajo de la miseria, donde las políticas públicas brillan por su ausencia, levantamos nuestro espacio, dejando en claro que no caminamos despacio: pura construcción villera, hermana y compañera”, grita la Garganta de la Poderosa.

La actriz Thelma Fardín fue a buscar un nuevo abrazo contenedor, encontrando cientos de ellos en tierras conscientes y solidarias. “Conocer de cerca el trabajo que lleva a cabo La Poderosa es uno de los mejores regalos que me dio esta revolución. El abrazo infinito y la certeza de no estar sola. Las injusticias siguen siendo incontables, pero somos muchas las voces dispuestas a gritar, no sólo en nombre propio, sino por aquellas voces silenciadas e invisibilizadas. Estamos juntas, somos cada vez más. No hay vuelta atrás».

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Los Pumitas, un barrio rosarino que activa distintas redes de contención con el incondicional apoyo de una organización villera de base. “Gracias a la participación de voluntarias y voluntarios, hace ya unos cuatros años que venimos trabajando para tratar de contener a los más jóvenes y a las mujeres de la explícita ausencia del Estado”, relató Fátima.

La inauguración de la Casa de las Mujeres y las Disidencias, pondrá al servicio de todas aquellas que lo requieran distintos talleres. Para citar algunos podemos nombrar el de manicura, zumba, manualidades, costuras y aerobox. “Contamos también con el Frente de Géneros, a través del mismo acompañamos y contenemos a mujeres que sufren violencia de género. Abarcamos también el eje de salud, recreación, trabajo, DDHH, educación y disidencias. Esto es de vital importancia para que aquella mujer que se acerque se sienta cómoda y pueda aportar lo suyo”.

El devastador contexto económico, obliga a las y los de abajo a seguir repensando herramientas que puedan mostrarles una salida al intringulis al que la voracidad capitalista los ha sometido. “La ayuda que recibimos del Gobierno Nacional no nos alcanza para cubrir los insumos básicos de la canasta familiar o de un boleto de colectivo. La realidad inflacionaria acorrala nuestra cotidianeidad, es por ello que le damos batalla desde la organización y el empoderamiento”, concluyó la vecina e integrante de La Poderosa.

El sostenimiento de la Casa de la Mujer y las Disidencias se realizará de manera autogestiva, se abrirá una red de socias y socios para que estos puedan colaborar con dinero. Esto sumado a la venta de la revista “La Garganta Poderosa” y distintas cooperativas que suman su esfuerzo en pos de las y los que más necesitan. ¿A dónde mierda estás, Estado? Haciéndole el juego al Patriarcado.

Fotos: La Poderosa