La agencia de turismo Black Jack, ubicada en San Martín al 5500, cerró sus puertas sin previo aviso y estafó a cerca de 100 personas que habían pagado sus viajes. Los damnificados se organizaron para denunciar públicamente esta situación y buscar una solución.

Patricia Soraire, una de las damnificadas, dialogó con Conclusión y contó su desilución ante lo sucedido: «Anteriormente hemos realizado otros viajes (con esta empresa) y nunca hubo problemas».

Los damnificados señalan como responsable principal de la estafa a una mujer que -según relataron- se hacía llamar Alejandra, pero que al investigar descubrieron que su nombre real es «Jimena Susana, nacida en Chile».

«Cuando nos vendió los viajes siempre estuvo todo bien, pero este año -que íbamos a realizar un viaje a las cataratas el 3 de noviembre- nos encontramos hace diez días con que esta empresa cambió su nombre. Cuando vinimos a buscar una explicación nos encontramos con el lugar vacío», explicó Patricia.

Al darse cuenta de que los afectados por este cierre repentino fueron varios, las personas estafadas comenzaron a agruparse e investigar sobre la persona que los engañó. «La señora tenía su domicilio en Villa Gobernador Gálvez. Hemos podido hablar con su esposo y nos manifestó que esta señora se fue a Chile junto a sus dos hijas, porque su mamá tiene una enfermedad terminal. Sus dos hijas trabajaban acá con ella, eran las que nos recibían el dinero», comentó Soraire.

Según pudieron averiguar los casi 100 afectados, Black Jack fue dada de baja por el Ministerio de Turismo de la Nación en el año 2016.

Patricia contó que además se comunicaron con las empresas de colectivo que trabajaban con esta agencia y la respuesta es siempre la misma: «también han sido estafadas por Black Jack».

«La señora borró su facebook y su línea telefónica está bloqueada. Tenemos el teléfono de su hija pero está en línea constantemente y no contesta nada», explicó al momento de hablar de los contactos que buscaron establecer con la mujer que los estafó.

Otros casos

Marcelo Pérez, otro de los damnificados, planeaba irse a Camboriú. Así se lo contó a Conclusión portando en mano los recibos de los pagos efectuados hasta el momento. «Me pidieron el 30% del valor total del viaje. Ahí está el recibo de 20.000 pesos. El viaje estaba programado para el 15 de febrero»

Los manifestantes advirtieron también que la estafa se llevó puesta la luna de miel de un hombre que pagó 60.000 pesos de una sola vez. «Que te saquen de plata de esta manera no es justo. Somos todas personas comunes, de trabajo. No hay gente de plata», apuntó Marcelo.

Ampliando el negocio

Mayra Pavía relató a Conclusión su caso. Un tiempo atrás, la agencia publicó un anuncio facebook en el que buscaban a alguien que venda viajes por fuera de la oficina. La tarea asignada sería captar gente, atraerla a Black Jack y a cambio recibir una comisión.

«Era una propuesta tentadora. Vine a terminar de pagar el viaje y de paso les iba a preguntar (por el trabajo), pero me encontré con esta situación. La persona que viaja conmigo vino a dejar una seña y la recibió Alejandra, Susana, Jimena, no se cómo se llama en realidad. Viajábamos esta noche a Carlos Paz, pero no lo vamos a poder hacer», lamentó Mayra.