Este lunes, Juan Carlos Allegre de 59 años se descompensó y falleció minutos después, cuando se encontraba haciendo la cola para entrar a una entidad bancaria de calle Sarmiento y San Lorenzo y salió a la luz una realidad un tanto ignorada.
Para que trágicas situaciones como esta no ocurra, la Cátedra del Agua de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) junto con la Asamblea de los Derechos Sociales vienen planteando desde hace varios años, la necesidad del «derecho a las ciudades amables».
La iniciativa, tuvo su puntapié inicial en el 2015 con la presentación e implementación del proyecto que asegura el derecho a la jarra de agua en bares y restaurantes de la ciudad. Es decir, todos lo comercios gastronómicos, como así de dispersión ofrezca agua de la canilla para acompañar los platos, para los clientes que quieran beberla.
Apenas comenzando este año, de la mano del responsable de la cátedra, Aníbal Faccendini, presentaron un nuevo proyecto a la intendenta y tiene que ver con la creación de «esperatorios» en los todos los bancos de la ciudad.
Si bien la iniciativa fue presentada en el mes de enero, tomó mayor relevancia en el día de hoy, cuando se dio a conocer la noticia de un hombre que falleció haciendo la cola para entrar al banco.
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«El 30 de enero le presentamos a la intendenta , el derecho a los esperatorios. Es decir, que la gente que tenga que hacer cola, sea en lugares que no sean hostiles ni violentos, que no estén a la intemprerie, al frío o al calor y que tengan acceso al agua», explicó Faccendini en diálogo con Conclusión.
Las largas colas de jubilados esperando frente a los bancos al aire libre en todas las épocas del año, es una problemática a la que todavía nadie le ha podido dar una solución, o al menos, nadie la ha planteado.
Desde la Cátedra del Agua exigieron que «se extiendan los lugares en las entidades bancarias» o en su defecto, «que pongan más empleados». «Esto es lamentable, una persona joven que si bien desconocemos las causales de la muerte, si conocemos las condiciones en las que estaba en ese momento», señaló y enfatizó: «Están haciendo usurpación de tiempo y de salud indebida de las personas. La gente no puede seguir estando en la calle. No es sano que adultos mayores que estén en la calle esperando en situaciones.
En tanto, recalcaron la intención de reducir los niveles de violencia en la ciudad a través de un dispositivo que a la vez, «reduzca el mal vivir de la gente». «Vivimos el 100 por ciento de nuestra existencia en los cotidiano y en eso hay que pensar», concluyó.
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