Tras el brutal asesinato de Bruno Bussanich, dentro de un zaga de cuatro homidios en cinco días que conmocionaron a la ciudad la semana pasada, la estación de servicio ubicada en Mendoza al 7600, volvió a ser protagonista en las últimas horas al confirmarse el despido de una trabajadora, compañera del joven de 25 años, que fue testigo presencial del crimen.

En efecto, la empresa Puma justificó su accionar alegando que la mujer estaba en período de prueba. Un acto de crueldad, falta de solidaridad y mala fe que está en contra de todos los principios que deben guiar las relaciones laborales.

Al respecto, en diálogo con Conclusión, Javier Eloy Martin, abogado de la damnificada e integrante de la Asociación de Abogadas y Abogados Laboralistas de Rosario (AALR), informó que «ella sintió el disparo, vio a Bruno tirado y al asesino, que dejó un papel. Dos personas lo agarraron y se lo dieron, lo dejó en el mostrador».

«Como era de esperar, ella entró en crisis, dejó de trabajar y fue citada a declarar. Allí me contactó y le recomendé que se comunicara con un psiquiatra, el cual le detectó estrés postraumático y, vía certificado, le indicó que se tomara 30 días de descanso», agregó.

«A su vez, por Whatsapp, había recibido un mensaje por parte de Personal de la firma, el cual le recomendaba que se tomara un par de días. Posteriormente, el mismo fue borrado», añadió.

«Mandé un telegrama a Puma, reconocido por la Ley N° 24.557 de Riesgos Del Trabajo, para que se le otorgara una Aseguradora de Riesgos de Trabajo (ART) por siniestro o «contingencia» laboral, como se denomina en estos casos», indicó sobre el proceder.

«Al día siguiente (12 de marzo), le mandaron el telegrama de despido, la patronal se la quiso sacar de encima para evitar problemas, solo pensaron en su interés como empresa y se desentendieron de la situación de la trabajadora», puntualizó.

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«El empleador puede pagarle hasta el fin del período de prueba, seguramente esté un mes más de reposo», especificó.

Consultado sobre las próximas instancias a seguir, subrayó que «estamos evaluando pedir su reinstalación, lo cual es más complicado dado que estaba de prueba, o bien una indemnización suplementaria por despido discriminatorio, ya que la consideran enferma».