Una familia que fue desalojada del Hotel Callao, en Rosario, el viernes pasado, realizó un corte en el Monumento a la Bandera, este miércoles, con motivo de visibilizar su reclamo.
Al respecto, Tomás, uno de los integrantes, en diálogo con Conclusión, expresó: “En 2021 habíamos sufrido el quinto escruche consecutivo en diferentes barrios de Rosario. En ese año se produjo un desalojo violento por parte de una banda que hoy en día recibe ayuda del municipio, que les da cheques a cobrar en el Banco Santa Fe”.
“A mi familia se le niega todo tipo de ayuda, los malos tratos fueron desde el comienzo. La gente de Desarrollo Social lo primero que nos dijo fue ‘salgan de esta plaza que acá hay mala imagen para el intendente, vayanse para Chaco y Génova que sino les sacamos los chicos’, por eso nos llevamos tan mal”, indicó.
“Hace tres meses, dormimos tres noches frente a la Municipalidad, no nos dieron ni la hora. Los vecinos nos dijeron que nos metiéramos en una casa a la vuelta que está abierta y de noche se meten los ladrones”, sostuvo.
“Ahora nos siguen persiguiendo, diciéndonos que corre riesgo de derrumbe. Nos echaron de patitas a la calle, el viernes, junto con los cinco chicos que están acá, de un día para otro, sin aviso”, dijo.
Consultado sobre la casa donde vivían antes, ubicada en el noroeste de la ciudad y donde llevaban viviendo un año y medio, comentó: “Nos desalojó una banda que, por lo que se ve en los medios, a veces trabajaba para la otra famosa de zona sur. Primero nos robaron todo y después nos echaron, así fuimos a parar a la calle. Hicimos denuncias y nadie las tomó ni nos escuchó”.
“Los chicos pasaron 45 días en la calle, en la plaza donde nos decían que nos vayamos. Después de las vacaciones, nos desalojaron violentamente la gente de la Municipalidad, Control Urbano y la Policía. A los dos días nos ofrecieron ir al Hotel Callao, con hospedaje y todo, hasta que también nos echaron, solo porque ellos quisieron”, manifestó.
“Desde el viernes estamos en situación de calle. El fiscal Maximino fue el que tomó la decisión de dejarnos en esta situación”, apuntó.
“Nosotros queremos borrarnos de Rosario, de la compañía de esta gente mafiosa, irnos a Roldán o cualquier lado. A los otros les dan calzado, vestimenta, alimento, a mis hijos nada”, concluyó.
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