Según un estudio de opinión el sesenta por ciento de los rosarinos está de acuerdo con que se sancione a los padres en los casos de amenazas de bombas en escuelas realizadas por alumnos. El relevamiento fue realizado por la consultora CEMOP, sobre 407 casos de la ciudad de Rosario y estuvo encargado por el Sadop Rosario.

Con respecto a los resultados que se desprendieron del estudio, Martín Lucero, secretario de Sadop, en diálogo con Conclusión señaló que evidentemente existe un consenso social que es la familia la primera educadora y formadora en valores, y que con la misma responsabilidad y cuidado que se le da la llave del auto a un hijo, hay que pensar cuando se le da un teléfono, y educarlo en uso responsable».

En el transcurso del año más de doscientas amenazas de bombas falsas tuvieron lugar en colegios de Santa Fe y Rosario, episodios reiterados que entorpecían el dictado de clase, sumado al revuelo que generaba.“Es una situación de mucha tensión en el colegio, los más chiquitos de nivel inicial, y primaria se asustan cuando toman conciencia”, indicó.

Asimismo, las encuestas realizadas sobre las amenazas de bomba en establecimientos educativos, reflejó que casi el 85 por ciento estuvo al tanto de la situación, y se enteró de lo sucedido, ya sea por un conocido o por los medios de comunicación. Lo cual deja entrever que, claramente, el tema está instalado en la agenda mediática. En cuanto a la responsabilidad, más de la mitad de los encuestados (52 por ciento) manifestó que sólo los alumnos son los responsables de llevar adelante las amenazas de bomba. Paralelamente, un 26 por ciento consideró que “son los chicos, junto con otros actores” los responsables de las amenazas. Por tanto, 3 de cada 4 personas aseguró que los alumnos están implicados en las situaciones de amenazas.

En el mes de septiembre las amenazas de bomba cayeron de 42 a 2 por día, «la disminución de casos fue abrupta a partir de la intervención de la justicia», declaró Lucero. Los funcionarios a cargo de la situación vinculan la merma de la cantidad de amenazas al inicio de causas judiciales que ya imputaron a titulares de líneas telefónicas desde donde provinieron algunas de las amenazas de bomba que sufrieron las escuelas rosarinas en los últimos meses.

Desde Sadop indicaron que la seguidilla de amenazas afecta tanto la actividad educativa de los establecimientos, como la de las zonas en donde están emplazados los colegios que reciben este tipo de llamados. El estudio pone de manifiesto que la escuela no es una isla, «lo que sucede en ella requiere en muchos casos un abordaje integral desde distintos sectores. Y, en ese sentido, la familia es la primera educadora”, declaró el secretario. Y concluyó: “La escuela recibe todo lo que pasa en la sociedad, y todo lo que pasa en la sociedad pasa en la familia. Todos educamos.Tenemos que educar en la responsabilidad, y esto implica que todo acto tiene sus consecuencias, buenos y malos”.