Las primeras bombas de estruendo comenzaron a sentirse ya desde la medianoche en Rosario y se extendieron a lo largo de la mañana. Alumnos de 4º año de distintas escuelas secundarias de la ciudad se encontraron para celebrar el último día de clases del 2021, previo a lo que será su último año en el colegio.

Esta concentración, que ya es tradición en la ciudad, tuvo lugar esta mañana en el Monumento a la Bandera y fue masiva, con una gran concurrencia de estudiantes de diversos colegios de la ciudad, que se hicieron sentir previamente en distintos barrios con bombos, bombas de estruendo y canticos.

Esta movilización de jóvenes generó un fuerte despliegue de las fuerzas de la Secretaría de Control y Convivencia, que terminaron incautando grandes cantidades de alcohol.

El festejo, sin embargo, no duró más de dos horas en el Monumento, aunque se espera que en las próximas horas lleguen al lugar estudiantes de otros turnos para realizar su celebración.

En declaraciones a Conclusión, la secretaria de Control, Carolina Labayrú, contó que los operativos arrancaron “ya desde la madrugada” y que este año el movimiento de estudiantes “fue distinto”.

“La costumbre siempre era iniciar el festejo en la puerta de los colegios, moverse por Oroño y venir hasta acá. Este año directamente estuvieron muy poco en el colegio y vinieron más temprano al Monumento”, comentó, como así también luego agregó que debieron reforzar la cantidad de agentes inicialmente destinados a esta tarea.

En cuanto al balance inicial, Labayrú contó que “hay mucho secuestro de alcohol y de pirotecnia”.

“Se está abarcando lo más que se puede y al menos por ahora hay un clima de armonía. De festejo ruidoso, pero dentro de un marco de buena convivencia. El operativo va a durar hasta que no quede nadie. Por ahora están todos en el Monumento, vamos a ver por dónde se van moviendo”, dijo.