«Un discapacitado sin vivienda, es un insulto a los derechos humanos». Ese mensaje reza el cartel que alza Marcelo Rolando Torres en la puerta del Conceso de Rosario.

Marcelo tiene Glucoma, enfermedad por la cual perdió el ojo izquierdo y causó que en el derecho tenga un 40 por ciento de visión. Hace una semana que se instaló en la puerta del Palacio Vasallo para hacer oír su reclamo; el de obtener su casa propia.

«Soy discapacitado pero nunca necesite del Estado.  El año pasado me anoté en el Instituto de la vivienda de Rosario y les expliqué mi situación a ver si me pueden dar una solución. Yo tengo una pensión de $7000 y la mitad se me va en alquiler, más los remedios que debo comprar por la enfermedad».

El hombre explicó a Conclusión que se le hace imposible mantener ese alquiler y poder sobrevivir. «Hace una semana que estoy acá y los concejales no han bajado; me atendió una secretaria que fue muy amable pero que me dicen que hablaron con la provincia y no pueden hacer nada», contó. En la Municipalidad tampoco tuvo suerte y le tomaron el reclamo pero no logró nada.

«El cupo de discapacitados en la provincia es el 5 por ciento y hay muchos como yo que la estamos pasando mal a pesar de estar anotados. Deberían ponerse la mano en el corazón, hay diputados y senadores que ganas más de 100 mil pesos. Es fácil decirle a un discapacitado «vos esperá el sorteo porque no hay plata» cuando ganan esos sueldos», finalizó Marcelo a la espera de algún funcionario o autoridad que le de por lo menos, una esperanza.