Una vez más el debate sobre el desembarco de Uber en Rosario se instala en la ciudad.

Tras el expreso rechazo de taxistas y remiseros a la llegada de un modelo de negocios que intenta tener actividad sin contar con la habilitación pertinente ni cumplir con la normativa vigente, hoy se sumó una nueva negativa. Los ediles Eduardo Toniolli, Norma López y Alejandra Gómez Saenz -Frente de Todos-, presentaron una denuncia administrativa ante la Municipalidad contra las empresas Uber y Maxim, que prestan servicios de transporte de pasajeros en la ciudad sin ningún tipo de habilitación.

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“Estamos presentando una denuncia contra dos empresas: Uber y Maxim, que es una multinacional rusa que opera de la misma manera, es decir, que no tiene habilitación en la ciudad de Rosario”, señaló Toniolli en diálogo con Conclusión y explicó: “En la ciudad de Rosario, como en todo el país, funciona el monopolio del Estado en materia de prestación de servicios públicos, de transporte de pasajeros, porque el Estado municipal, en este caso, determina cuántas licencias debe haber en la calle, qué estánderes de profesionalismo debe tener el que conduce, qué tipo de unidades, qué tipo de seguridad debe brindar el servicio a sus usuarios. Para que no venga una empresa con posición dominante -como Uber- que se haga del mercado saturando de unidades la ciudad y destruyendo a la competencia para terminar imponiendo sus propias reglas”.

En la misma línea, destacó que “la práctica de estas empresas es ésta, por eso ni se acercan a preguntar cuáles son los requicitos para poner una remisería en la ciudad de Rosario, porque en su ADN está la violación de todas las normativas”.

Lo que impulsan es el transporte privado de pasajeros que en la ciudad de Rosario no está reconocido, no está habilitado, no está permitido. Hay que cumplir con las reglas que establece el municipio, no solo por una cuestión fiscal sino fundamentalmente por una cuestión de cuidado de los usuarios”, consideró indignado haciendo referencia al sistema de monitoreo que existe en los taxis a través del MoviTaxi.

Así las cosas, la denuncia administrativa le llama la atención al municipio para que “tome cartas en el asunto en un amplio sentido porque ya lo ha tomado parcialmente con operativos en la calle. Pero le solicitamos también acción judicial rápida y concreta contra las casas matrices porque de nada sirve golpear uno, dos o tres autos en situación ilegal, cuando esto se trata de monstruos donde si no apuntas a la cabeza podes cortar los tentáculos pero siguen creciendo”.

“Por supuesto que reconocemos que hay una necesidad enorme de trabajo. Pero la forma de resolverlo no es precarizando nuestro sistema de transporte público. Lo que parece barato y atractivo al principio, termina siendo caro. Es mentira que estos servicios son más baratos. Lo son para seducir, para destruir a la competencia y después, como se mueven por la oferta y la demanda, de noche es más caro, cuando hay algún evento es más caro, y trabajan a las horas que se los indican las necesidades del mercado y no como el servicio público, que señala qué cantidad de horas se debe trabajar, etc. Mejoremos el servicio público pero no le abramos las puertas a los piratas”, apuntó Toniolli sin pelos en la lengua.

Y a modo de ejemplo recurrió a lo que ocurre en la ciudad de Montevideo, que tiene casi las mismas dimensiones que Rosario: “En 4 años que estuvieron estas empresas hay la mitad de taxis y remises, los mismos trabajadores que estaban en un sistema se fueron a trabajar al otro por menos plata, sin jubilación, sin derechos, y los autos están en peores condiciones y sale todo más caro”.

“Nos quieren hacer creer que el auto que va a venir es de alta gama y el auto que va a venir va a ser el que está disponible en las remiserías ilegales. Sólo con googlear nos encontramos con que en el mundo, destruyó el transporte público”, manifestó contundente.

Consultado por la empresa Cabify, que ya funciona en la ciudad desde hace un tiempo, el edil justicialista dijo que está habilitado como remisería. “Después, hecha la ley, hecha la trampa, empezó a meter autos por izquierda. Situación que otras remiserías también han llevado adelante”, admitió.

“Venimos trabajando en una ordenanza que intenta mejorar el sistema de remises porque hay muy pocas unidades. Hay que mejorarlo, pero habilitar este tipo de propuestas sin control, sin fiscalización, no corresponde”, volvió a insistir.

Si bien por el momento son pocos los autos de Uber o Maxim que funcionan en Rosario, “es un intento de desembarco, de generar demanda. Lo que hay que tener claro es que a todos nos ofenden las avivadas, el tipo que se pasa por encima de la fila para recibir las vacunas, a todos nos indigna”, señaló en referencia al escándalo de vacunagate de estos días y amplió: “¿Pero no nos indigna que se metan empresas de estas características, que violan todas las normas, y dejan sin laburo a un montón de gente, precarizan el trabajo y hagan lo que quieran?”.

“En ciudades turísticas del mundo donde la demanda se amplia y se achica según temporada, te diría que hasta casi podría ser explicable. Pero en la ciudad de Rosario, donde la demanda es más o menos constante o que está en baja, lo que va a generar es una disputa de trabajadores con trabajadores por ir a ganar un pasaje y es lo que no queremos en Rosario”, analizó el concejal del Frente de Todos.

Por último, consideró que “el municpio es el encargado de frenar esta situación”, aunque reconoció que si bien está trabajando en el tema, aún falta más contundencia. “No estamos diciendo que el municipio no esté haciendo nada, pero no hay que quedarse solo con los operativos en la calle sino que hay que ir judicialmente contra estas empresas, por eso la denuncia administrativa, porque hoy largan 10 autos, mañana 100 y después 1.000, porque hay necesidad de trabajo”, cerró.