Por Gisela Gentile

Mujeres de la Plaza es un grupo de mujeres que desde hace diez años apuesta a la construcción de una sociedad diferente, si bien con el correr del tiempo algunas de sus integrantes han cambiado, la esencia de transformación proveniente de las manos femeninas no tuvo variaciones.

Muchas veces estar al borde del abismo, nos pone a los seres humanos en una situación límite donde la creación y el empuje, suelen ser aquellos que nos sacan de ese sitio agobiante. Por ello, de las grandes crisis que han sufrido los pueblos, podemos rescatar movimientos profundos y audaces que han servido de escape ante tanta desigualdad y exclusión.

Ancladas en barrio Alvear, estas mujeres a fuerza de entusiasmo, convicción y conciencia, han cumplido una década de vida. Conclusión dialogó con Elda Pedraza, referente barrial y parte de este bello grupo de mujeres.

“Surgimos en un contexto de crisis allá por el 2009,  resaltando que padeciendo la que vivimos actualmente, podemos decir que no tiene comparación. En su momento le hicimos frente a un momento difícil, y la plaza Santa Isabel fue el lugar que nos cobijó. Desde ese punto de encuentro, ideamos estrategias para visibilizarnos y ocupar distintos espacios, así llevamos a cabo acciones  tales como ferias, cursos, festivales y encuentros con jóvenes. Así llegó con tres cajones de manzana <La biblio móvil, el tren de la lectura>”, contó con orgullo Elda.

Los contextos han ido mutando y las necesidades de la pibada fue en la misma dirección, “hasta el 2015 Mujeres de la Plaza interpretó que la recreación era un derecho de nuestros niños y mujeres, por ello iniciamos diferentes paseos por la ciudad, un viaje a Córdoba y un campamento. Pero lamentablemente, a partir del 2015 no pudimos volver a pensar en ello debido a la crisis en la cual nos encontramos inmersos”, relató.

<La biblio> se sostiene de manera autogestiva, y cuenta con la ayuda puntual de algunos funcionarios que no han hecho oídos sordos a los pedidos de visibilización de este grupo de mujeres. “En este momento hemos pedido donaciones para realizar una merienda que  acompañe la finalización de todos los talleres que brindamos a los niños, ya que nuestra pibada tiene hambre. Sus familiares están desocupados, los comedores cubren el almuerzo y esa merienda que les brindamos muchas veces es su última comida hasta el día siguiente que vuelven a la escuela”, espetó la militante barrial.

Los talleres que se llevan a cabo actualmente en <la biblio> son variados y abarcan diferentes contenidos, todos con un mismo hilo común, pensar y repensarse. “Hoy estamos realizando talleres de arte, reciclado y cuentos, este último ligado a narraciones más actuales como las antiprincesas y antihéroes, donde no sólo se escucha y se debate, sino también las/los niños/as elaboran sus propios muñecos dándole otra forma a ese cuento”.

El programa Nueva Oportunidad llegó a este grupo de mujeres que no dudó un segundo en multiplicarlo hacia el barrio. “Esta posibilidad nos permitió que 16 chicas se estén capacitando en el oficio de peluquería, nosotras las apuntalamos desde nuestro lugar, formándolas cultural y dialécticamente marcándoles sus derechos, es decir, un trabajo que va mucho más allá que el oficio”, enfatizó Pedraza.

Este espacio de contención también funciona en horario nocturno, “por otro lado un grupo de 13 jóvenes (hombres y mujeres) se capacitan en cerrajería. Éste es realizado con otras características, ya que está dirigido a aquellos que realizan changas y luego pueden venir a aprender. La mayoría de los jóvenes muchas veces ni un mate han tomado, por lo cual les tenemos preparado una merienda, yerba y agua para que tomen algo. Son muchos\as las que cada día vienen y se acercan para aprender, pelearle a la vida y demostrar que nuestra pibada se merece más que cuarteles”, enfatizó Elda.

Lamentablemente siempre son las trabajadoras las que ponen dinero de su bolsillo para poder comprar las meriendas. “No recibimos nada de ningún ente del Estado para poder solventarlo. Creemos que todas nuestras acciones van dirigidas a conocer nuestros derechos. Por ello, las luchas de las organizaciones pequeñas como la nuestra se vuelven titánicas. Si podemos rescatar algo de esta crisis, es que las mujeres salimos a buscar soluciones y nos encontramos en este tipo de espacios”.

Diez años de lucha y sacrificio en pos de lograr una salida colectiva

Actualmente <la biblio> está atravesando uno de los momentos más difíciles, se derrumbó un sector del techo y su reparación es muy costosa. A lo cual también se le suma el pago del alquiler, la compra de insumos de limpieza, librería, alimentos y aquello que se necesita para los programas como el de peluquería.

“En ese entorno y habiendo cumplido 10 años el 6 de agosto, es que organizamos un almuerzo en el cual nos hubiese gustado poder invitar nosotras a todos aquellos que nos han ayudado  a crecer en este recorrido. Pero lamentablemente no es posible, por ello vamos a realizar un evento con característica solidarias para poder arreglar el techo y afrontar la multiplicidad de gastos que tenemos”.

La invitación está hecha para el domingo 25 de agosto en el salón que les facilita <La Casa de Cultura> en Pasaje Lett 4253 , que se encuentra frente a la biblio (Iriondo y Garibaldi). “Pensamos en un almuerzo con una entrada a solo $150  a partir de las 13 hs, donde compartiremos un video donde se plasmará todo el trabajo que venimos realizando en todos estos años”, agregó.

Por la tarde realizarán un evento abierto en la plaza “Santa Isabel de Hungría” donde se servirá un chocolate y cortarán una torta. “Los invitamos a todos a ser parte de estos 10 años de vida y a seguir luchando permanentemente por nuestros derechos vulnerados”, concluyó Elda pedraza.