El equipo médico del Sanatorio de Niños de Rosario que intervino en el trasplante de hígado al niño de ocho años que fue diagnosticado con hepatitis severa de causa indeterminada informó que hasta el momento “salió todo bien”, y que la posibilidad de éxito de la cirugía es del 98%.

«Siendo las 20,30 horas, ha finalizado el trasplante del paciente con Falla Hepática Aguda, encontrándose nuevamente en la Unidad de Cuidados Intensivos cursando su post operatorio. Las próximas horas serán críticas por la posibilidad de complicaciones relacionadas al procedimiento», comunicaron desde el Sanatorio de Niños.

En una conferencia de prensa que tuvo lugar en el nosocomio, ubicado en Córdoba al 2.227 de Rosario, los médicos Alejandro Costaguta, Lisandro Biteti y David Biagiola detallaron que, como el tamaño corporal del donante era más grande que el del niño receptor, se debió realizar una reducción del hígado. “El hígado está compuesto por dos partes: el lóbulo izquierdo y el derecho, lo que se implantó fue el lóbulo izquierdo y el derecho no se utilizó”, completaron.

 

El hígado fue donado por un joven de 18 años oriundo de La Pampa que, según consignaron medios de esa provincia, habría fallecido el pasado viernes tras protagonizar un accidente de tránsito.

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Este martes un avión sanitario partió desde La Pampa trayendo el hígado y, tras 50 minutos de vuelo, llegó al aeropuerto de Fisherton, donde esperaba un helicóptero que trasladó el órgano hasta el Sanatorio de Niños en menos de cinco minutos. Una vez en el nosocomio, se procedió a realizar el trasplante, operación que estuvo dirigida por los médicos Lisandro Biteti y David Biagiola.

Consultados por la posibilidad de que un familiar pueda realizar la donación, los profesionales explicaron: “El donante vivo relacionado es una opción, siempre y cuando la familia voluntariamente exprese su decisión de donar. Se imaginarán que son circunstancias de mucha presión social sobre el entorno familiar, es más, hay países que no lo permiten justamente por eso. Pero bien aplicado y en circunstancias determinadas, contribuyen a salvar vidas. Para este caso estábamos haciendo estudios, que estaban avanzados, en familiares”.

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En esta línea, mencionaron la logística que debe tenerse en cuenta a la hora de hacer un trasplante: “El Hospital que denuncia al donante se encarga de mantenerlo en condiciones óptimas para poder ablacionar, entonces los equipos van y ablacionan. En este caso se coordinó acciones con el equipo de La Pampa que atendió al donante, y también se debe coordinar con otros equipos que ablacionan otros órganos, es muy complejo el operativo”.

Alejandro Costaguta, Lisandro Biteti y David Biagiola, equipo médico que participó del trasplante.

Seguidamente, los médicos se refirieron a esta hepatitis desconocida y coincidieron en que “es muy difícil prevenir algo que no sabe qué lo causa”. Sin embargo, observaron: “Hay sospecha de que existan ciertos virus que causen este problema. El virus podría entrar por vías respiratorias y la prevención sería lo mismo que hicimos con el Covid durante estos últimos dos años, y como es posible que también entre por boca, se debe tener la precaución de lavarse las manos frecuentemente, cuidados al preparar alimentos, especialmente los que se van a consumir crudos, y tener el carnet de vacunación al día”.

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Al respecto, se recordó que a las hepatitis que se le debe prestar atención son a las que pigmentan partes del cuerpo -particularmente los ojos- de color amarillo, o generan una orina “muy oscura”.

“Es muy difícil que un papá o un cuidador de un niño no se dé cuenta de que algo serio está pasando. Si el niño enferma con un cuadro de gastroenteritis o respiratorio y se pone amarillo u orina oscuro, consulten al pediatra, él sabrá qué hacer”, recomendaron los médicos.

Y concluyeron: “Hay que evitar entrar en pánico con estas hepatitis que pueden terminar mal, esta es la excepción, no es la regla, por eso es noticia. Instamos a las familias a estar tranquilas. Por el momento no vemos nada que sea distinto a otros años, y las formas de hepatitis que uno tiene que analizar con más cuidado son las que se ponen amarillas, lo que se llama la ictericia, porque si no estamos generando una situación de temor generalizado que no se justifica”.