Se acabó la espera. Leda Bergonzi, del grupo Soplo de Dios Viviente, volvió a sus encuentros espirituales. Después de su última cita, en el mes de diciembre, Leda vuelve a reunir a sus fieles en el Metropolitano con dos fechas pautadas para el mes de febrero: hoy y el próximo 20.

Pese al calor sofocante, cientos de fieles se apostaron en largas colas desde temprano en las adyacencias del lugar esperando con ansias poder reencontrase con la mujer a la que le atribuyen sanaciones corporales y modificaciones emocionales.

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El único ingreso al salón es por las calles laterales de calle Central Argentino 540. La apertura de los portones será a las 8. En tanto, se prevé que la misa se concrete a las 12. Luego de la celebración, el esposo de Leda hace la prédica de la Biblia y a continuación, se inician las bendiciones.

Muchos testimonios se multiplican en relación a supuestos “milagros”, transformaciones espirituales y cambios corporales, que acontecen en el marco de las bendiciones que brinda Leda Bergonzi.

Maximiliano llegó desde Buenos Aires y contó a Conclusión que “es la primera vez que venimos. Venimos por Carlos que está teniendo una complicación con sus ojos, tiene glaucoma severo, y venimos a ver la Leda porque creemos en ella”.

“Tengo glaucoma severo. Me pusieron una válvula de AMET para regular la presión ocular, pero al operarme se me pegó todo el ojo, un desastre. O sea, perdí el 95% de visión y el otro es el operado. Tres veces me operaron. Y ahora tengo la córnea inflamada y no veo casi nada. Veo todo nublado”, describió Carlos su diagnóstico clínico y agregó: “Estoy con mucha fe. Pero también acá, el boca a boca, dice que capaz que nos quedamos hasta las 12 de la noche. Así que venimos preparados para eso”.  

Por su parte, Miriam de Rosario dijo que es la quinta vez que viene a ver a Leda y que “todo va mejorando gracias a Dios, hay que tener fe, hay que venir, hay que creer en Dios”.

Otra de las presentes también brindó su testimonio y contó que llegó a Leda por verla en televisión. “Tengo un aneurisma aórtico, estaba con muchos problemas, seis meses sin saturación, no podía respirar, mucha tos, no podía hablar sin toser y estuve 15 días con vómitos. Un día me fui a las 12 de la tarde y cuando llegué dije ‘señor si es tu voluntad, ayúdame porque no voy a poder con toda esta cola’ y a los 40 minutos estaba adentro del galpón en la alabanza. Yo pude sentir la presencia del Espíritu Santo. Nunca más volví a toser mucho menos a vomitar. Leda es una representante de Jesús”, dijo esperanzada.

Luego contó que a la semana trajo a su nieto que “tiene una especie de autismo y ella tocó su cabeza y le dijo a mi hija ‘él es autista, pero va a sanar’ y está mucho mejor. Así que con mucha fe”.

“Yo cuando estaba ahí hablaba con Jesús y ella en su alabanza me respondía o sea ella decía sanaré problemas respiratorios, sanaré tu corazón, y en un momento dijo ‘tu vida me pertenece, entonces a qué le tienes miedo’ y ahí yo entendí que si me moría iba a estar bien”, recordó orgullosa.

Por último, contó que “hay gente que viene con necesidades, o alguna enfermedad, trabajo, adicción. Mucha gente viene para ver si sana y otra gente viene con toda la fe diciendo ‘voy a sanar, creo que Jesús está aquí presente’.

“Todo tiene su tiempo, la llegada a Jesús tiene su tiempo, pero el que no sana cambia su vida igual y no hay que perder nunca la fe cuando ella dice ‘reciban’ es la bendición de Jesús”, finalizó convencida.