Por Manuel Parola

El Concejo Municipal de Rosario tuvo una febril actividad durante la mañana de este jueves con el cambio de autoridades legislativas. Entre tanto movimiento, una de las cuestiones que no pasó desapercibida fue la presentación de una resolución administrativa del oficialismo donde se designó a un nuevo titular de la Oficina de Defensa de Consumidor, en detrimento de las normativas vigentes que señalaban que a Antonio Salinas, director actual del organismo, todavía le faltaba un año de gestión.

El artículo 11 de la ordenanza 5442, que creó la Oficina del Consumidor en 1992, determina que “El Jefe de la Oficina Municipal del Consumidor cesará en sus funciones” por “renuncia, incapacidad sobreviniente o muerte”, “por actuar con marcada negligencia en el cumplimiento de las obligaciones o deberes a su cargo”, “haber incurrido en alguna de las situaciones de incompatibilidad” prevista por el texto ordenanza, haber sido “condenado, mediante sentencia firme, por delito doloso”, o por la expiración del plazo de su nombramiento.

La nueva directora de la Oficina municipal de Defensa del Consumidor, Solange Bobbet

Salinas no fue condenado ni denunciado por delito alguno que justifique su cesantía, ni presentó su renuncia, siendo que su mandato debería haber expirado en diciembre del año entrante. No obstante, el bloque oficialista presentó la resolución por la que se determina que la próxima jefa de la Oficina será Solange Bobbett, “abogada especialista en derecho administrativo, societario y bancario”, según se presenta en la página de Volver a Rosario, el espacio que tiene por figura al recientemente nombrado como secretario General de la Municipalidad, Miguel Ángel Tessandori.

A su vez, la resolución propuesta por Tessandori asignó como subjefe del organismo a la concejala peronista saliente Silvana Teisa, y nombró a siete auxiliares. En total, crea ocho cargos que se suman a la planta que ya de por sí constituía el cuerpo de personal de la Oficina. Una de las personas asignadas bajo el cargo de auxiliares fue Fabio Javier Acosta, presidente de la Asociación Casco Histórico de la ciudad y referente comercial de los negocios del centro rosarino.

Al ser debatido en tablas, el bloque peronista del cuerpo legislativo se abstuvo de tomar una postura, mientras que el bloque de Ciudad Futura votó en contra, en soledad contra los ediles radicales y javkinistas. Al ser consultados sobre el porqué de no apelar la decisión, desde Ciudad Futura explicaron que mantuvieron su histórica postura de no judicialización de la política: “Se impuso la lógica palaciega”, dijo a Conclusión el propio Antonio Salinas.

Informe de gestión

Salinas hizo un repaso breve de su mandato, sostuvo que hubo dos objetivos que fueron cumplidos con creces: “Cumplimos en hacer llegar la oficina a donde aún no llegaba, pasando de atender a 10 mil rosarinos al año a los casi 18 mil que ya llevamos atendidos en este 2023”, en referencia al funcionamiento itinerante de la dependencia, logrando tomar denuncias en más de 40 barrios de la ciudad.

“Pusimos en marcha varios programas que nos hicieron montar la Oficina en 61 instituciones de diferentes barrios de la ciudad. Esto hizo que llegaran otro tipo de reclamos a la oficina, reclamos que antes no eran elevados por la población por la falta de cercanía o de conocimiento del organismo, como por ejemplo los reclamos de acceso al agua potable, de conexiones irregulares, entre otras”, explicó Salinas, y apuntó que durante su gestión llegaron al 77% de efectividad en la resolución de los expedientes abiertos por la Oficina, cubriendo todo tipo de reclamos.

“Hoy es impresionante cómo crecen los reclamos que tienen que ver con la vivienda y los alquileres, siguiendo muy de cerca a los problemas que tienen que ver con el área financiera, como pagos y problemas con billeteras virtuales o estafas, que tiene el primer puesto en el ranking de los reclamos que llegan”, describió Antonio, que además es el presidente del partido Ciudad Futura: “Es una clara muestra de cómo han cambiado los modos de consumir de los rosarinos”, siendo que el tercer lugar tiene a las telecomunicaciones como un problema a resolver para los consumidores de la ciudad.

“Esta oficina siempre fue muy necesaria, pero para los tiempos que vienen, todavía más. Esta maniobra tiene que ver con querer cambiar el perfil de la Oficina, plancharla, inmovilizarla de su rol de resolución de los conflictos de la gente”, sentenció Salinas.