El Concejo Municipal de Rosario aprobó durante la sesión de este jueves un decreto para que se corrobore si la empresa está realizando una campaña publicitaria sin tener la autorización correspondiente para funcionar en la ciudad.

Los concejales de la ciudad aprobaron durante la sesión legislativa de este jueves un decreto del edil Horacio Ghirardi, del bloque Socialista, y Pablo Javkin, de Creo, que encomienda al Departamento Ejecutivo que «verifique la existencia de maniobras de promoción por medio de publicidad gráfica engañosa de servicios no habilitados por parte de la empresa Uber sobre distintos puntos de la ciudad realizados desde la clandestinidad legal».

De igual modo, la iniciativa requiere que «proceda en tal caso a dar pronta intervención a los organismos de control pertinentes a los fines de proceder en el marco de la normativa vigente y de acuerdo al tratamiento que debe darse a los casos de publicidad engañosa, en especial consideración por tratarse de un servicio no habilitado por las autoridades competentes para el transporte de personas”.

Horacio Ghirardi – Concejal del bloque Socialista

El decreto fue aprobado en la sala de sesiones Raúl Alfonsín del Palacio Vasallo en la última sesión previo a las elecciones del 16 de junio, que definirán la renovación de 15 de las 28 bancas del Concejo Municipal.

Por su parte, el concejal peronista Eduardo Toniolli publicó en las últimas horas en las redes sociales un video explicativo en el cual señaló que Uber se presenta como una herramienta de la economía colaborativa, una plataforma digital que relaciona a quien presta un servicio con quien quiere utilizarlo.

En realidad, indicó el edil justicialista, Uber es una empresa de transporte que «cobra por el servicio que presta, no paga impuestos, incumple leyes y ordenanzas y, además, dirige sus ganancias a paraísos fiscales».

«Uber es ilegal -continuó- en la Argentina debido a que el transporte público de pasajeros es un servicio esencial y le corresponde al Estado gestionarlo y regularlo. La regulación del Estado sobre estos actores de la economía es clave para que no venga una empresa con posición dominante; sature el mercado con unidades y de esta manera destruya a la competencia, incluído el transporte público, para después de eso imponer sus propias reglas».

Toniolli, aseguró que la empresa ya se comportó de esa manera en Montevideo y otros lugares del mundo, por lo que es fundamental ponerle un freno desde el poder político para que no consiga imponer las mismas reglas de juego en Rosario.