La situación económica del país atraviesa a miles de familias argentinas generando un nivel de incertidumbre de enormes proporciones. Bajo un contexto de crisis y ajuste feroz, son los más vulnerables los que padecen las mayores penurias.

Donde supo existir un trabajo genuino, hoy ganó terreno la informalidad, los changarines pululan por distintos comedores, aquellos que servían de contención para sus hijos, hoy los reciben producto de la desaparición de ese rebusque y la necesidad imperiosa que los empuja.

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En ese marco, distintas organizaciones sociales, instituciones y comedores barriales, vienen redoblando el esfuerzo para poder ser ese bálsamo de tranquilidad que tanta falta hace en los terruños olvidados. Es por ello que vecinos del populoso barrio Santa Lucía, recibieron la visita de un conjunto de personas que representando cada uno a su espacio solidario, tendieron una abrazo desde lo más profundo de su ser.

Joel Báez es el Presidente del Centro de Jubilados y Pensionados de ex Soldados Combatientes en Malvinas , y parte fundamental de esta loable iniciativa. En diálogo con Conclusión relató: “Gracias al esfuerzo de distintas instituciones, pudimos llevar adelante una hermosa jornada en uno de los tantas barrios aletargados de la ciudad. Realizamos castración y curaciones de animales, donación de ropa, y eso que tanto nos gusta que tiene que ver con el compartir una sabrosa comida, en este caso preparamos un rico arroz con pollo”.

La escabrosa realidad que viven los distintos barrios de nuestra ciudad, no deja de calar hondo en el espíritu de aquel que entiende que para que haya Patria, no debe existir la desigualdad. “Encontramos chicos con mucho hambre, sin dudas ésta es la otra Argentina que no quieren mostrar. Esto comenzó en agosto con cuatro instituciones, se impulsó como actividad inicial la castración de animales, ya que hay muchas personas que no lo puede pagar. Desde nuestro Centro acompañamos con aquello que más nos gusta hacer, colaborar con la comida para llenar la panza, ya que nosotros hemos conocido el hambre y el olvido”, cuenta Báez.

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La pasada jornada por el día de las infancias, sería la que encontraría a distintos espacios y empujaría a los mismos a pensar actividades en conjunto.  “Esto comenzó en barrio Itatí con las curaciones de algunos animalitos, y a lo que a nosotros refiere, acompañamos esa hermosa iniciativa con un chocolate caliente”.

Es importante destacar que cada grupo que interviene, aporta lo suyo para que esta  Red Solidaria potencie sus tentáculos en pos de mejorarle la vida al prójimo. “Esa fue la idea inicial y sobre la que venimos trabajando de manera comprometida. Ya tenemos un probable itinerario armado para el año entrante, donde estas y otras actividades, que seguramente se irán sumando, recorrerán distintos barrios de la ciudad de Rosario”.

El Centro de Jubilados y Pensionados de ex Soldados Combatientes en Malvinas, Amigos del río, Runners Rosario, Los Sueños Cumplidos, Sueño Animal, Fombec, Por Una Sociedad en Paz y la colaboración de la Policía Comunitaria, forman parte de este equipo de trabajo que busca arrancarle una sonrisa a los momentos amargos de la vida.

“El amplio abanico de actividades nos va a encontrar en poco tiempo cruzando el Paraná para internarnos en las islas. Allí hermanos argentinos también necesitan una mano, y nosotros estamos dispuestos a dárselas. Nuestro objetivo es acondicionar las escuelas, mejorar su fachada y colaborar con la entrega de libros que son de suma valía para poder forjar un futuro de prosperidad en nuestros jóvenes”, concluyó Joel Báez.