Pese a las lluvias del fin de semana, la sequía se hace sentir en el arroyo Ludueña, dejando una escena de bancos de arena, hilos de agua y botes encallados en la orilla.

Conclusión recorrió este afluente del río Paraná, que pasa por la zona norte de la ciudad, y comprobó cómo disminuyó su caudal.

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En las bocas del arroyo, el agua aparenta estar estancada y roza el límite inferior de esta salida. Asimismo, puede observarse cómo la bajante del agua fue dejando bancos de arena a la vista, en done quedaron encallados diferentes botes.

Al llegar al punto en el que el arroyo desemboca en el Paraná -quizás el tramo donde más agua se observa- se siguen apreciando botes encallados, que ante esta situación se ven imposibilitados de salir a navegar.

El Instituto Nacional del Agua (INA) advirtió el pasado miércoles que la bajante del río Paraná durara hasta fines de marzo.

Además, estimó que la altura del río en Rosario será de -0,10 metros el 11 de enero próximo; y de 0,10 metros el 18 de enero.