Por Marina Vidal

El 4 de octubre se celebra el Día Mundial de los Animales en conmemoración de San Francisco de Asís. Este santo, que nació en 1182 en Italia, dejó como enseñanza a la humanidad que debemos comprender cuál es nuestro lugar en la Tierra, ya que el bienestar de nosotros está integrado al bienestar de todo los animales y el medio ambiente. También se unió a la celebración a quienes se ocupan de preservar el bienestar de los animales y se conmemora entonces el Día del proteccionista.

Conclusión, dialogó con Verónica López Nordio, presidenta de la ONG Protectora Rosario para reflexionar sobre la situación de las protectoras a nivel local y nacional en medio de un contexto donde ninguna arista escapa de la crisis.

«Este día es para tomar aquellas enseñanzas de San Francisco y tenerlas en cuenta no por el proteccionismo precisamente sino por todos los habitantes del planeta; para que seamos más conscientes desde los Gobiernos para educar en temas ambientales ya que están íntimamente relacionados con la vida humana porque no estamos solos en el planeta«, comenzó relatando la referente.

Como proteccionistas estamos viviendo una situación dentro de la crisis terrible, porque la gente tiene dentro de sus miserias y desesperación actitudes que no pueden tener; abandona animales cuando se muda o cuando pierde el trabajo pensando que se las va a rebuscar cuando hace 5, 10, 15 años que vivió dentro de su familia

Nordio detalló que en las protectoras tienen animales en estado crítico, que han sufrido accidentes y no solamente deben ubicarlos en un nuevo hogar sino sacarlos de la situación de abandono que muchas veces implica gastos de cirugías o tratamientos médicos.

Todo se agrava cuando, según indica la proteccionista, el animal es abandonado sin ser castrado. «Ese animal se va a estar reproduciendo rápidamente en la calle si es que logra sobrevivir», enfatizó.

«Al igual que los orfanatos no necesitan huérfanos, los protectores necesitamos ayuda. No se puede googlear una protectora cuando me mudo y no tengo dónde poner el perro o cuando mi abuela fallece y no tengo dónde poner el animal y me quedo con el tupper, la cadenita de oro y la casa».

Verónica resumió que el día del proteccionista «es para hacer un llamado a la solidaridad y un tirón de orejas al Estado ausente».

A su vez contó que estuvo en la Cámara de Diputados con la reforma de la Ley 14346 y se volvieron con un «sabor más que amargo» por la «pobreza institucional y por querer desnaturalizar una ley penal para convertirla en administrativa».

Otro de los puntos que destacó la referente es la situación que se vive en Rosario con aves que escapan de la isla y terminan accidentadas en la ciudad. «Se escapan de la isla porque le invadimos su hábitat y por las quemas; vienen a la ciudad y terminan estrelladas en los vidrios de los edificios», explicó.

«Para colmo, cuando llegamos a instancia judicial la tristeza nos abruma; que hoy en día una jueza nos diga que tener 10 años atado a un mono Carayá (especie en peligro de extinción) no es maltrato animal… la verdad la encadenaría a a la señora que tuvo el mono 10 años encadenado y a la jueza el mismo tiempo sin poder tener contacto con otros de su especie»


El estado se tiene que poner de una vez por todas los pantalones largos y no tiene que ser proteccionista tiene que ser coherente y hacer cumplir la ley. El día del proteccionista más que una celebración es un llamado a la ciudadanía a toda, a los estados de gobierno, a las autoridades porque estamos con mucho peso sobre las espaldas.