El costado menos espectacular de la inseguridad, el que menos lugares ocupa en los titulares es quizás el más dramático: los robos y vandalismos en las escuelas de los barrios más necesitados de la ciudad. Esta vez, Conclusión volvió a Nuevo Alberdi, donde los docentes de la Escuela Nº133 «20 de junio», junto a Amsafe realizaron un abrazo luego de que el colegio sufriera su sexto robo en 16 días.

«Esta es una situación que ya no da para más, son seis robos en menos 20 días, anoche volvieron a robar en la escuela. Estamos esperando que las autoridades hagan lo que tienen que hacer que es cuidar la escuela, la comunidad y el barrio. Esta es una iniciativa de las propias compañeras de la escuela y de Amsafe. Desde el Ministerio se comprometen y dicen que toman el asunto pero respuestas concretas no hay. Evidentemente no hay cuidado», señaló con tono de desaliento Juan Pablo Casiello, secretario gremial de Amsafe. 

La escuela, ubicada en Vieytes 2953, fue rodeada por los alumnos, madres y padres y vecinos del barrio y también docentes y otros integrantes de la comunidad educativa. El común denominador en todos ellos fue la angustia y el abatimiento, por lo que ocurre en el colegio y en las calles de la zona. Sobre todo porque el abrazo solidario estaba programado para el pasado miércoles y fue reprogramado por la lluvia para este mediodía. Y, casi como si fuera una burla, durante la madrugada de hoy, otra vez los vándalos irrumpieron en la institución, destrozaron cosas y se llevaron gran parte de lo poco que va quedando. «No quedan demasiadas cosas para robar, ayer se robaron la cuarta bomba de agua de la escuela, incluso en lugares que habían sido reforzados vuelven a entrar y vuelven a romper. Es dificil pensar que no hay nadie del Ministerio de Seguridad o de la policía de la zona. Pareciera que hay un dejar hacer y nos preocupa mucho», reclamó Casiello.

Muy conmovida también, la delegada de la escuela, Cintia Pérez, relató a Conclusión que «más allá de lo material es todo lo que uno tiene en la escuela, lo sentimental, el trabajo de los chicos…». «Yo soy docente de plástica y lo primero que hice es ir a ver si estaban los grabados que hicieron los chicos. Lo que nosotros venimos a defender acá es la escuela pública, porque esta escuela es del barrio y nos imoprta un montón que vengan a solidarizarse, la comunidad tiene que estar unida. Para eso hicimos el abrazo solidario, es un gesto de amor y contención a nuestra escuela que es la de todo el barrio».

En ese sentido, Pérez señaló que los directivos pidieron la custodia nocturna o «alguna respuesta que considere el ministerio necesaria para que esto no suceda». «La verdad es que no hay una respuesta ministerial sobre qué van a hacer para que esta escuela deje de estar desmantelada, porque las clases, ¿on qué las vamos a empezar en marzo? Si ni siquiera hay bomba de agua…Lo que llama la atención es el ensañamiento contra la escuela».

En el abrazo, también estuvo presente el padre Daniel Siñériz, quien también sufrió en su parroquia un hecho similar días atrás. «Lo que es gravísimo es que estos hechos afectan a las instituciones, y el cuidado de las instituciones debería ser una prioridad para las fuerzas de seguridad, y no da esa impresión. Porque justamente cuando se anuncia ayer que se iba a hacer un abrazo solidario, a la noche volvieron a asaltar la escuela.  Entonces la sensación de desprotección es enorme».