La comunidad educativa de la Escuela Técnica Nº 547 “Héroes de Malvinas”, ubicada en Provincias Unidas al 3.500, realizó un abrazo solidario durante la mañana de este lunes para denunciar que en los últimos diecisiete días sufrió cuatro robos: se llevaron computadoras, un horno eléctrico, una cocina, el motor de una heladera y cables de luz. Además, reclamaron por mayor presencia policial en la zona, ya que los estudiantes sufren robos cuando ingresan al establecimiento.

En diálogo con Conclusión, la vicedirectora de la escuela, Roxana Bebilacqua, indicó: “En el término de 17 días, entraron cuatro veces. Entran por una parte que hay cámaras que los captan, algo alcanzan a llevarse, y cuando no es así destrozan”.

Si bien reconoció que tuvieron respuestas del Ministerio de Educación y de la Policía, Bebilacqua detalló que durante mucho tiempo la escuela tuvo custodia durante las 24 horas, pero en el último tiempo la presencia policial se redujo a la noche, lo que impedía los robos en las instalaciones.

No obstante, la vicedirectora advirtió que la situación empeoró en el último tiempo: “A través de un desacuerdo entre las partes que tienen que intervenir, la custodia dejó de venir, y empezaron a pasar estas cosas. Hace dos meses atrás más o menos, robaron los cables de afuera y la escuela estuvo un mes sin luz. En esa oportunidad entraron y se llevaron cinco computadoras”.

Una vez que se reestableció el servicio eléctrico, la escuela sufrió cuatro robos más entre fines de julio y mediados de agosto. “En esas entradas se llevaron un horno eléctrico que había sido comprado por todos los profesores, rompieron la heladera y se llevaron el motor, arrancaron una cocina y dejaron la manguera de gas suelta, podría haber volado todo”, detalló la autoridad educativa.

En tanto, la mamá de tres alumnos que concurren a la institución manifestó: “La escuela está cada día peor, los chicos no pueden venir libremente con celulares. Se necesita una seguridad las 24 horas, porque no puede ser que siempre haya robos, que no tengan clase. Los chicos vienen a aprender, no es justo que el Estado no los apoye”.

“Es una escuela pública, como papás no tenemos para mandarlos al centro a una escuela privada. Los chicos tienen miedo de venir, entran a las 7.30, y los esperan para robarles los tableros, es injusto”, cerró la mujer.