A Marisabel Bauer, Adriana Ramírez y Laura Ávalos las unió un dolor inimaginable y una potente bandera de lucha. Ellas son las madres de Michel Campero, Jonatan Ojeda y Brandon Cardozo, respectivamente, jóvenes asesinados por policías de civil a los que luego trataron de armarles las causas. Tres de las tantas víctimas de violencia estatal y el gatillo fácil que lamentablemente se cuentan en la provincia de Santa Fe y en Rosario y que necesitan tener justicia.

Este miércoles, un día después del Día Internacional de los Derechos Humanos, se presentó en el espacio La Popular (Pellegrini 435), de la organización Causa, el documental “Cuando luchar. Historias de violencia estatal”, en la que las realizadoras tuvieron charlas con las mencionadas madres, que narraron la vida de sus hijos y la posterior lucha que llevaron y llevan adelante.

En diálogo con Conclusión, Marisabel, Adriana y Laura contaron sobre la producción, sobre la importancia del encuentro entre personas que padecieron el mismo dolor y sobre la incansable búsqueda de justicia.

Michel Campero tenía 18 años cuando fue asesinado el 6 de enero de 2014 por dos policías de civil que se encontraban fuera de servicio, Omar Jesús y Guillermo Dal Lago. A poco de cumplirse seis años, su familia todavía sigue sin justicia.

“Cuando pasó lo de Michel no quería vivir. Me llevó trece meses de mi vida recuperarme. Un día me levanté porque a él le prometí justicia. Decían que era un enfrentamiento y él no estaba armado, le pusieron una réplica de juguete. El día que enterré a mi hijo le prometí hacer justicia por su homicidio. Me levanté y me puse a buscar caminos para hacerlo”, comenzó contando Marisabel Bauer a este medio.

A partir de aquel momento comenzó a acercarse a distintas organizaciones, permaneciendo más y menos tiempo en cada una, para en 2018 finalmente integrarse a “Las voces de lxs que ya no están”, con quienes viene trabajando intensamente. En este año, la causa se dio vuelta y fue dos veces a la Corte Suprema, y junto con el Museo de la Memoria publicaron la colección “Escribirlos en la historia”, donde en una de sus publicaciones se narra la vida de Michel.

 

El 18 de octubre de 2015 un policía de civil apagó la vida de Jonatan Ojeda, cuando recibió un disparo en el rostro a sus 17 años. La policía intentó instalar que se había tratado de un enfrentamiento, pero las pericias luego realizadas demostraron que eso nunca existió, ya que Ojeda no tenía en sus manos rastros de pólvora o de haber portado un arma.

El caso de Brandon Cardozo, asesinado el 1 de enero de 2016 cuando festejaba el Año Nuevo a sus 16 años, es el único de los tres que ya ha conseguido justicia, ya que el año pasado Emiliano Martín Gómez recibió la pena de 20 años de prisión, aunque en este 2019 se le bajó la condena dos años.

Su madre, Laura Ávalos, igualmente sigue acompañando a las demás madres y padres en su camino por justicia: “Seguir apoyándolas para que tengan la justicia que necesitan, que yo necesité, y que en ellas la encontré”.

Es allí, en esa unión, donde se ve el corazón del documental presentado y en donde se forjan los lazos más fuertes para llevar adelante estas largas luchas. Encontrarse en marchas, en actos, en organizaciones, hablar con gente que carga con ese dolor desde hace más años y con quienes lo sufrieron recientemente. “Darnos fuerzas entre nosotras, que esto se difunda y que haya justicia”, dijo a Conclusión la madre de Jonatan Ojeda, Adriana Ramírez.

“Al principio es muy duro. Al menos para mí, la primera marcha que tuve que levantar una bandera que decía Justicia por Brandon Cardozo fue muy duro. Pero bueno, pasa el tiempo y uno ve que no sólo a mí me pasó, sino que le pasó a otras mamás y que sigue pasando. Tenemos que ayudarnos entre nosotras y tratar de evitar esto. Es muy difícil porque la policía ya está habituada a hacer esas cosas, a armarte una causa… los tres casos fueron policías de civil. Entonces el venir, el saber que nos podemos juntar entre nosotras y que se arman audiovisuales que muestran el caso de nuestros hijos y que se pueden ver en otros lados está muy bueno”, remarcó Laura Ávalos, quien por culpa de un efectivo de la Brigada Motorizada ahora sufre cada diciembre y cada comienzo de año al recordar a su hijo y la forma en que fue asesinado.

Marisabel Bauer, por su parte, concuerda en que son madres que comparten el mismo dolor, y destacó que cuando se juntan “uno se empodera de sed de justicia”, y que unidas tienen “más fuerzas para seguir luchando”.

“Hoy nos juntamos en La Popular con las chicas de Causa para mostrar la vida y la lucha de los chicos fallecidos por la policía en la cual hoy está la lucha mía y la justicia por Michel, Brandon Cardozo y Jonatan Ojeda. Tres mamás que compartimos el mismo dolor y perdimos a nuestros hijos asesinados por la policía. Hoy trato de no parar y juntarme con las madres y los compañeros del mismo dolor para seguir buscando justicia por Michel”, manifestó la madre de Campero.

Asímismo, adelantó que este viernes estarán viajando a un encuentro internacional en Chapadmalal, del cual ya es el tercer año seguido en que viaja: “Son unos encuentros maravillosos. Viajan millones de personas, gente de todo el país, y son viajes muy importantes porque uno dice ‘mi historia, mi vida’, pero escuchás otros casos y decis “es peor que la mía”. Yo viajo, me encanta viajar a estos encuentros o acompañar a los familiares porque es la única forma en que podemos continuar este camino, acompañándonos, y me gusta viajar porque yo me siento que me lleno de energías para poder continuar el año que viene y comenzar en febrero la lucha por mi hijo”.

“Cuando luchar refleja la transformación de la angustia y bronca en diversas formas colectivas de construir justicia y dignidad” es una de las frases que describe al documental y que mejor sintetiza el proceso de lucha y de búsqueda de justicia por el que tuvieron y tienen que atravesar las madres.