Las escuelas de conductores de la ciudad de Rosario atraviesan una crisis económica debido a la imposibilidad de trabajar, ya que el aislamiento por la pandemia de coronavirus los tiene parados incluso desde antes del comienzo del mismo por un problema de licencias.

«Estamos cerrados desde que empezó la cuarentena, incluso empezamos a tener problemas antes porque la Municipalidad dejó de emitir licencias y los alumnos decidieron no seguir con las clases al no poder tramitarlas», explicó el representante de las mismas, Roberto Vignolo.

En este contexto, agregó que «estamos sin trabajo y los ingresos son cero porque no podemos hacer otra cosa. Nosotros presentamos protocolos desde el 20 de abril, con todas las medidas de seguridad, un divisorio entre el conductor y acompañante».

«El mismo protocolo se presentó en Europa y ya está funcionando, acá hay buena predisposición por parte de la Municipalidad, pero el problema viene de Nación. Como nuestro rubro está encuadrado en educación, esa palabra suena a masiva y el rubro está complicado por cómo está caratulado en la AFIP solamente», explicó Vignolo.

Sobre esto continuó: «Nuestra educación es de dos personas, no es lo mismo que masivo, así que estamos queriendo despegarnos de eso. Las escuelas son 30 en Rosario y representan a cien familias, algunas más complicadas que otras, ya que algunas son familiares».

«En lo que va de la cuarentena, ya hay tres escuelas que cerraron y no se sabe si pueden volver a abrir. Los bolsillos están complicados, el servicio no es de primera necesidad, así que va a costar levantar el trabajo», sostuvo el representante de las escuelas.

A la pregunta de Conclusión sobre el plan de asistencia financiera para comercios, Vignolo respondió: «Tuvimos comunicación y estamos esperando un subsidio, el problema de los créditos es que en definitiva hay que terminar devolviéndolos y nosotros no sabemos si el rubro va a volver a trabajar bien para devolverlo. No queremos más deudas».