En la mañana de este martes, en el Centro de Justicia Penal de Rosario, comenzará el juicio por el homicidio del pastor Eduardo Trasante, exconcejal de la ciudad y padre de una de las víctimas del triple crimen de militantes sociales ocurrido el 1 de enero de 2012. Por el crimen –ocurrido en julio de 2020– hay cuatro personas imputadas, entre ellas un jefe narco que cumple dos condenas en una cárcel federal. En diálogo con Conclusión, la abogada de la querella, Gabriela Durruty aseguró que hay una gran cantidad de pruebas, por lo que hay una gran expectativa en relación a lo que ocurra en la sala de audiencias. 

Al debate oral no llegan los autores materiales ni intelectuales del crimen, quienes hasta al momento no pudieron ser identificados en la investigación del Ministerio Público de la Acusación (MPA).

Los cuatro detenidos por el hecho van a juicio como partícipes necesarios del asesinato de Trasante, y tanto la querella  como los fiscales de homicidios, Gastón Ávila y Matías Edery, adelantaron que solicitarán la pena de prisión perpetua para los cuatro acusados.

«Estamos muy conformes con la profusa cantidad de pruebas que hemos acompañado, con el producto de la investigación. Hay cuatro imputados, son cuatro personas cuyos aportes han resultado más que fundamentales. Son aportes vivimentes, porque de no haber contribuido como lo hicieron, el homicidio no se hubiera llevado a cabo», remarcó Durruty.

En ese sentido, apuntó que par que el crimen se considere esclarecido, faltan identificar y encontrar a los autores intelectuales y materiales del hecho. Sin embargo, señaló que «la mecánica sí está más que establecida, la oferta de la promesa remunerativa está más que establecida, la participación de dos o más personas está más que establecida».

«No tenemos el móvil, porque no tenemos al autor autores intelectuales. Pero no es un requisito necesario para llevar adelante este juicio y para llegar a la debida condena».

Durruty explicó también que se espera que la sentencia se conozca el próximo 15 de diciembre y la fiscalía y la querella piden prisión perpetua. «Es la máxima pena prevista por nuestro ordenamiento penal, dado que el delito que cometieron está subsumido en uno de los más graves delitos, que es el homicidio calificado por dos de sus calificantes en principio».

Eduardo Trasante, padre de Jeremías, uno de los chicos asesinados en el triple crimen de Villa Moreno en la madrugada de Año Nuevo de 2012, murió baleado en su casa el 14 de julio de 2020. Según la investigación, dos personas que dieron varias vueltas en automóvil por la manzana en la que está ubicado el domicilio, tocaron a la puerta de la vivienda y, tras mencionar que buscaban a una de las hijas del pastor, ingresaron.

Cuando la pareja de Trasante lo llamó y el hombre bajó de la planta alta, fue asesinado con dos disparos frente a sus familiares. El ingreso y egreso de los agresores quedó registrado en una cámara de videovigilancia, y el tiempo que estuvieron en la vivienda fue de seis minutos.

Los imputados en la investigación judicial son el piloto civil peruano condenado en dos causas por narcotráfico, Julio Rodríguez Granthon, Alejo L., Facundo Sebastián L. y Brian Nahuel A.

Los cuatro llegan a juicio por el delito de “homicidio doblemente calificado por precio o promesa remuneratoria y con el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por el uso de arma de fuego” en calidad de partícipes necesarios, informó el Ministerio Público de la Acusación (MPA).

Los acusados están señalados por cumplir diferentes roles con el fin de conseguir el Peugeot 308 blanco robado que utilizaron los asesinos de Trasante, cuya identidad todavía se desconoce.

Rodríguez Granthon, preso en el penal federal de Ezeiza, habría sido quien solicitó a otros de los imputados que consiguieran el vehículo empleado en el crimen, que fue encontrado unos días después.

Trasante ganó notoriedad pública tras el triple crimen de Villa Moreno, durante el largo período de reclamo de justicia. En diciembre de 2017 fue electo concejal por el partido local Ciudad Futura, pero un año después dejó la banca por una denuncia de acoso.

En su actividad pastoral, en las cárceles, Trasante conoció a los asesinos de su hijo Jeremías, que fueron condenados, y los perdonó, según había contado. En 2014, otro hijo del pastor, llamado Jairo, fue asesinado a la salida de un boliche bailable, tras una persecución originada en una presunta pelea

“Después de 40 meses de lucha, empieza el juicio por el crinen de Trasante”, señalaron desde Ciudad Futura, el partido político por el que el pastor evangélico fue concejal de la ciudad santafesina.

“Desde el primer minuto dijimos que este era un crimen planificado para dar un mensaje mafioso, y que la lucha por justicia no era sólo en el ámbito judicial, sino también para retomar su ejemplo y continuar su pelea por una ciudad libre de desigualdades y violencias, sin impunidad”, señaló esa organización en un comunicado difundido el sábado.

 

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La primera audiencia del juicio oral está prevista para el martes a las 10.30 en el Centro de Justicia Penal de Rosario.

Eduardo Trasante, padre de Jeremías, uno de los chicos asesinados en el triple crimen de Villa Moreno en la madrugada de Año Nuevo de 2012, murió baleado en su casa el 14 de julio de 2020.

Según la investigación, dos personas que dieron varias vueltas en automóvil por la manzana en la que está ubicado el domicilio, tocaron a la puerta de la vivienda y, tras mencionar que buscaban a una de las hijas del pastor, ingresaron.

Cuando la pareja de Trasante lo llamó y el hombre bajó de la planta alta, fue asesinado de dos tiros delante de sus familiares.

El ingreso y egreso de los agresores quedó registrado en una cámara de videovigilancia, y el tiempo que estuvieron en la vivienda fue de seis minutos.

Los imputados en la investigación judicial son el piloto civil peruano condenado en dos causas por narcotráfico, Julio Rodríguez Granthon, Alejo L., Facundo Sebastián L. y Brian Nahuel A.

Los cuatro llegan a juicio por el delito de “homicidio doblemente calificado por precio o promesa remuneratoria y con el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por el uso de arma de fuego” en calidad de partícipes necesarios, informó el Ministerio Público de la Acusación (MPA).

Los acusados están señalados por cumplir diferentes roles con el fin de conseguir el Peugeot 308 blanco robado que utilizaron los asesinos de Trasante, cuya identidad todavía se desconoce.

Rodríguez Granthon, preso en el penal federal de Ezeiza, habría sido quien solicitó a otros de los imputados que consiguieran el vehículo empleado en el crimen, que fue encontrado unos días después.

Trasante ganó notoriedad pública tras el triple crimen de Villa Moreno, durante el largo período de reclamo de justicia.

En diciembre de 2017 fue electo concejal por el partido local Ciudad Futura, pero un año después dejó la banca por una denuncia de acoso.

En su actividad pastoral, en las cárceles, Trasante conoció a los asesinos de su hijo Jeremías, que fueron condenados, y los perdonó, según había contado.

En 2014, otro hijo del pastor, llamado Jairo, fue asesinado a la salida de un boliche bailable, tras una persecución originada en una presunta pelea.