En los últimos dos meses se reactivó la compra de inmuebles en Rosario y, a diferencia de otros períodos en donde predominaba la presencia de inversores, en esta oportunidad las escrituras son firmadas por los consumidores finales, según detalló un informe del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (COCIR). Sin embargo, sigue siendo muy baja la oferta de viviendas para alquilar. 

El organismo aclaró que la reactivación puede tener múltiples factores, pero remarcó que hay dos motivos que pueden tener una mayor incidencia en este repunte: un dólar que no sube al mismo ritmo que la inflación y un aumento en los costos de construcción.

“Muchos compradores ya perciben que la compra de un inmueble ante estas circunstancias es una buena decisión económica. El cambiar ahorros en dólares billetes debajo del colchón por metros cuadrados o un cambio de vivienda luce como una buena alternativa”, indicaron desde el COCIR.

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En esta línea, sostuvieron que las ventas de viviendas se vieron impulsadas porque su valor está “en un piso en dólares que alcanzaron una caída del 30%”. No obstante, estimaron que este valor no va a bajar.

Sin embargo, indicaron que “cambió radicalmente el perfil de comprador”, ya que anteriormente eran inversores inmobiliarios quienes adquirían las escrituras, mientras que ahora predominan los consumidores finales.

Al respecto, el presidente de COCIR, Andrés Gariboldi, confirmó que en abril “hubo más de 1.300 ventas”, lo cual es el doble si se compara con el mismo mes del año pasado, cuando apenas se superaron las 650 escrituras.

Sin embargo, titular del Colegio aseguró que el sector no está “atravesando un buen momento”, pero reconoció que este repunte es una “oxigenación”. En esta línea, indicó que, si bien aumentaron las compras, se registró un alto número de consultas y, aquellas negociaciones que llegaron a cerrar, fueron en su mayoría “arduas”.

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“En la actualidad los cierres llevan más tiempo del promedio tradicional, independientemente de los márgenes de negociación, dependen muchas veces de los valores de publicación, no hay un porcentaje establecido”, completó Gariboldi.

Se compra, pero no se alquila

A pesar del repunte en las ventas, en el mercado hay una importante baja de aquellos inversores que compraban inmuebles y los destinaban al alquiler. Según Gariboldi, esto se debe “a la nueva Ley de Alquileres”, la cual quiere ser modificada en el Congreso de la Nación.

En base a datos del COCIR, actualmente en Rosario hay unas 55.000 propiedades en venta y sólo 900 en alquiler. Para este organismo, estas cifras dan cuenta de que rentar una vivienda “ya no es redituable”.

En este sentido, indicaron que la nueva Ley de Alquileres imposibilita que los aumentos sean de manera escalonada y sólo se pueden realizar sólo una vez al año, generando así “una gran distorsión de precios en un país con una economía que cuenta con una inflación del 5 al 6% mensual”.

Sin embargo, la situación es un poco más alentadora para los locales comerciales, donde la oferta es amplia y se registra un aumento en los índices de alquileres.