Desde el comienzo de la pandemia Covid-19, los cuestionamientos e interrogantes sobre un virus del cual no se tenía información o conocimiento alguno, hizo que se disparen y se potencien las herramientas técnicas de las instituciones de salud, tanto públicas como privadas.
En ese sentido, desde Nación se procuró aumentar la disponibilidad de camas en los hospitales y sanatorios, como también los desarrollos de protocolos de salud, a fin de llegar al aparente pico de contagios con un sistema de salud fuerte y preparado. Todo indica, si bien puede haber rebrotes más adelante, que ese momento o bien se está atravesando o se acerca.
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Al respecto la infectóloga, responsable de la Coordinación del área de calidad y seguridad del paciente en sanatorio Parque y asesora del Consejo técnico del Covid-19 provincial, Carolina Subirá, aseguró que «las instituciones privadas de la ciudad, estamos trabajando con muy buenos equipos, estamos preparados con todos los protocolos que nos bajan desde Nación y Provincia».
«Tenemos la versión de la Asociación de clínicas, sanatorios y hospitales privados de la región tanto para lo que es cirugías como para la atención clínica de pacientes covid y no covid, y para mantener la asistencia a las demandas habituales de salud de todas las personas de Rosario, Gran Rosario y sus áreas de influencia, sobre todo consultorios externos», añadió la experta en enfermedades virales.
La asesora del Consejo técnico del Covid-19 provincial dijo que «en este momento la salud es clave» como también «son las situaciones económicas, sociales y afectivas, de salud mental». La médica argumentó que «tantos meses de pandemia y encierro de muchas personas ha llevado a problemas de salud mental con un incremento en la mortalidad por todas las otras enfermedades —no covid- que se han visto, tal vez, menos contemplada».
La importancia en fortalecer la seguridad en los protocolos de salud, yace en que «es una enfermedad de la cual tenemos, aun, poca información, es incompleta, su curso es realmente incierto, seguimos aprendiendo día a día, los tratamientos con los cuales contamos son en el marco de experimento, son verdaderos protocolos de investigación», mencionó Subirá.
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Sobre los avances en los mecanismos de recuperación de los infectados, la profesional añadió que hasta el momento «tenemos acceso de plasma de convaleciente que también se utiliza en otras infecciones virales, como puede ser la fiebre hemorrágica y se están probando distintas alternativas de tratamientos antivirales y hay más de cincuenta vacunas en pipeta. Veremos cuando habrá algunas disponibles».
Unas de las cuestiones que surgieron al avanzar la pandemia, tuvo que ver con no descuidar las enfermedades propias de las épocas y los tratamientos de pacientes con enfermedades crónicas, por lo que Subirá explicó que «desde las instituciones de salud, tanto el ámbito público como privado, hemos insistido desde el primer momento en no desatender las otras necesidades de los pacientes».
«Mantener siempre la oferta de servicio de enfermedades crónicas, la atención pediátrica, no descuidar el calendario de vacunación. Las cirugías no postergables, no diferibles, tratamientos oncológicos han continuado, más aún en la maternidad, las personas que ya tenían un tratamiento previo o las personas embarazadas siguen estándolo, independientemente de que haya pandemia. Ese es uno de los servicios que, realmente, nunca modificó su manera de trabajar», confirmó la médica especialista.
Teniendo en cuenta que la sociedad en su conjunto, se abocó al cuidado del contagio de este virus, se pudo notar que existió un descenso «en las cirugías en los momentos donde recrudeció más la cantidad de casos», como también hubo «un descenso en la cantidad de pacientes que asisten a las consultas».
Analizando comparativamente con respecto al año pasado, existe un porcentaje de un 40 por ciento menos en el volumen de consultas en los consultorios médicos. «Esto implica que todas esas personas que no han consultado ahora, o no han atendido su diabetes o su hipertensión, los próximos meses pueden tener, tal vez, alguna consecuencia negativa de su salud, alguna progresión de su enfermedad que, oportunamente tratada, habría ido mejor, incluso un aumento de la mortalidad», sostuvo Subirá.
La especialista puso el acento en que las personas que lo requieran «no dejen de consultar a su médico de cabecera», ya que existen «opciones presenciales o videoconsulta», por lo que recomienda enfáticamente que «busquen horarios preferenciales, traten de asistir sin acompañante, con todos los elementos de protección personal, pero situaciones urgentes, pacientes crónicos o con otras enfermedades o medicación, no dejen de venir» al médico.
La profesional de la salud confía en los engranajes del sistema de salud tanto público como privado, por lo que argumentó que «Santa Fe y sobre todo Rosario tiene un buen sistema de salud, tanto en el ámbito público como en el privado, tenemos recursos y disponibilidad, la parte pública lleva diariamente su control de las camas. La parte privada también. Sabemos que tenemos a la fecha de ayer, al cierre, 40 por ciento de la disponibilidad de camas totales y menos del 5 por ciento total de la oferta de camas del sector privado están ocupadas con pacientes de coronavirus».
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En la ciudad, desde el comienzo de la pandemia «transitamos unos meses muy tranquilos, recién en los últimos 15 días se ha visto un incremento progresivo en la tendencia de nuevos casos detectados», esto acompañado con «el incremento de casos en la provincia y a nivel nacional».
Subirá declaró su preocupación por la compleja situación que se avizora: «Se espera que en el mes de agosto tengamos la mayor cantidad de casos, porque todavía continua el frente frío y por el desfasaje que hemos tenido con Capital Federal. Así que este mes de agosto es donde estamos esperando esta mayor cantidad de casos, por lo cual, se están tomando todas las medidas tendientes a aumentar la oferta de camas e insistir con la población en el autocuidado».
La médica acentuó el protocolo más importante: «Es responsabilidad de cada uno de nosotros cuidarnos y recordarle a la otra persona que debe cuidarse también».
