Continúa la preocupación en ediles locales por la situación de las paradas de taxis en las inmediaciones de la Terminal de Ómnibus de Rosario.

Este jueves se aprobó por unanimidad en el Concejo municipal un decreto para instar al gobierno local a instalar un sistema de cámaras en dársenas de las paradas de taxis de la Estación Mariano Moreno.

El pedido, impulsado por las concejalas María Eugenia Schmuk (UCR) y María Fernanda Gigliani (Iniciativa Popular), surge ya que «un grupo de personas (taxistas) impone pautas de funcionamiento que vulneran el derecho de trabajo».

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Las concejalas María Eugenia Schmuk y Fernanda Gigliani volvieron a denunciar amenazas de taxistas y dijeron que existe un «grupo mafioso».

El problema no es nuevo, las mismas concejalas intervinieron meses atrás denunciando este «accionar ilegal», y hay una causa abierta e investigación en curso (dos taxistas imputados por hechos violentos), despertando la inquina de algunos conductores hacia las edilas, que incluso recibieron (y aseguran siguen recibiendo) amenazas personales.

Diariamente se generan en la Estación cerca de 5 mil viajes y, acorde a lo denunciado, «son sólo 60 los propietarios de taxis que forman parte de la cooperativa que opera con exclusividad en el lugar, infringiendo la normativa y adjudicándose la propiedad de las paradas; generando un monopolio que perjudica a miles de trabajadores, que solo pretenden que se preserve su derecho a trabajar libremente».

Viejos y nuevos problemas

Según afirmaron las concejalas, en lo que va de este año la situación violenta se recrudeció, con hechos que pudieron ser probados como amenazas coactivas y lesiones, pero que «al no haber una cámara que observe específicamente a los autos en la dársena, muchos hechos que suceden en ese espacio son de difícil acreditación».

Mientras tanto la fsical a cargo del caso, Juliana González, sigue recibiendo denuncias de conductores amenazados o maltratados, quienes muchas veces se arriesgan para poder registrar en video la conducta de los denunciados.

Por esto también las concejalas remarcaron la necesidad de instalar las cámaras en las dársenas ubicadas en Cafferata y Santa Fe y Cafferata y Moreno, con «una orientación única y exacta hacia el sitio donde estacionan los automóviles que esperan pasaje en las dársenas donde se brinda el servicio público de taxis».

Esto permitiría «ampliar la imagen con el fin de visualizar con exactitud los atributos identificatorios del vehículo».

Schmuk reveló que, aunque no lo denuncien «cada jueves en sesión», siguen recibiendo amenazas constantemente, por lo cual no dudó en calificar a quienes se «apropian» de las paradas como «grupos mafiosos» aunque «los taxistas se ofendan».

Gigliani, por su parte, pidió encarar «soluciones definitivas», ya que algunas de las medidas implementadas, como instaurar una parada única por Cafferatta, está ocasionando nuevos problemas, a comerciantes, que no pueden descargar mercadería, y a vecinos o clientes que pretenden frenar a comprar, o estacionar.