Así lo señaló el concejal Carlos Cardozo (Unión Pro Federal), al referirse al resonante caso de la contratación del coach ontológico Alejandro Marchesán, quien cuestionó con duros términos la actitud de la Intendencia cuando se le realizó un pedido de informes sobre qué cargo tenía y cuál era el ingreso que percibía Marchesan. “La respuesta fue responder con evasivas», sentenció el edil.

En el mismo sentido, Cardozo afirmó que lo preocupante «es que se haya ocultado información a ellos como representantes de la comunidad como también a los rosarinos, ya que la citada persona figuraba en la planta de personal temporario de la Secretaria de Control, cobrando honorarios por 8000 pesos, pero en realidad ya desde noviembre estaba nombrado como secretario Ejecutivo de la intendenta. Por lo tanto cuando la Intendenta dijo que era un personal de carácter técnico no era así, ya era personal político, y ahora nos enteramos oficialmente que sus honorarios ascienden a $ 22.500», aseveró.

Asimismo, Cardozo abundó que «hasta el 5 de noviembre cobró honorarios como personal contratado y luego de esa fecha al ser nombrado, la otra irregularidad que emerge es que no se le conoce cuales son las funciones y tareas del cargo creado».

Consultado por Conclusión si los miembros del bloque del PRO tenían alguna factura presentada por Marchesán en la que conste el concepto de prestación de servicio de tercero por el cual se le facturaba al municipio, Cardozo dijo que «al haber hecho el pedido de informe el día 29 de diciembre, el Concejo había entrado en receso» y por lo tanto hasta que no se inicie el nuevo periodo «habrá que esperar».

Por lo pronto, el edil adujo que se le solicitó al ejecutivo que informe «cada una de las contrataciones que se le hizo y por la cual percibió un monto determinado de dinero», a la vez que se lamento de “no ver una predisposición por parte del ejecutivo local para tratar de hacer las cosas bien desde un principio, sin necesidad de llegar a esto de forzar una situación que no se condice con una autentica actitud de espíritu republicano».

Otras voces

Su compañero de bancada, Roy López Molina, también se sumó a las críticas vinculadas al coach ontológico, señalando que “Marchesan reside en la ciudad de Pilar, provincia de Buenos Aires, y fue traído a Rosario por el ex intendente Miguel Lifschitz y sostenido en diversos puestos por Mónica Fein. Hoy tiene un lugar de privilegio en la estructura del municipio; se le inventó un pomposo cargo que nunca había existido en la Municipalidad de Rosario: secretario ejecutivo de la Intendenta”, dijo finalmente López Molina.

El caso también fue denunciado por el concejal del PPS, Héctor Cavallero, quien días pasados mostró un decreto con el nombramiento de Marchesán y afirmó que el Ejecutivo “mintió sobre los honorarios” que percibía.