El Concejo Municipal de Rosario aprobó la semana pasada una ordenanza que habilita el ensanchamiento de las veredas del microcentro, de manera provisoria, con el objetivo de garantizar que los transeúntes puedan guardar la distancia social recomendada para evitar contagio y propagación del virus Covid-19. Sin embargo, desde la Asociación Casco Histórico de Rosario alertaron sobre esta disposición, recordando que la experiencia anterior, implementada en calle Rioja fue perjudicial para los comercios de la zona y sólo logró «desertizar» ese paseo comercial.

«Tomamos esta iniciativa con mucha preocupación, porque hay experiencias que no fueron demasiado felices con el ensanche de veredas en el microcentro», manifestó Fabio Acosta, titular de la Asociación Casco Histórico. «Recordemos lo que pasó en calle Rioja entre Laprida y Corrientes, que cuando se concretó ese ensanchamiento la calle se volvió fantasmagórica y a los comerciantes no les fue nada bien».

El proyecto aprobado por los ediles rosarinos pertenece al concejal Lisandro Zeno, del Partido Demócrata Progresista, y contempla que la medida se adopte en forma provisoria, mientras dure el distanciamiento social. La iniciativa fija que la Dirección de Ingeniería de Tránsito de Rosario haga un estudio de factibilidad para ampliar al menos hasta tres metros una de las dos veredas de una calle comercial.

Uno de las principales contras que remarcan desde la Asociación Casco Histórico reside en que la medida implicaría retirar las paradas del transporte público hacia calle Mendoza y se perderían «las paradas del microcentro que llegan a Plaza Montenegro». «Así, van a terminar de   matar al centro porque perderíamos toda la movilidad posible», señaló Acosta, y agregó: «Si se buscan ensanchar las veredas en calle San Luis, hay que tener cuidado de no trasladar el transporte público a calle Mendoza».

Acosta recordó que «la experiencia anterior, en este mismo tema, fue muy traumática». «Los comerciantes tenían razón cuando decían que no les iba a convenir. La gente directamente no circula por la zona desde que se movieron las paradas del transporte público, hay galerías que directamente no pueden alquilar los locales, hay que hacer las cosas en forma consensuada, bien planificada y sin afectar a terceros», remarcó el titular de la Asociación.

En ese sentido, Acosta opinó que se implementó  un proyecto sin ensayos previos y la movilidad en área central «es muy delicada». «Si vamos a sacar autos tenemos que pensar en el transporte público, acá no tenemos subtes ni avenidas centrales, hay que tener mucho cuidado,estamos en una situación muy difícil para el comerciante» y por eso «recomendamos que no sacrifiquen las paradas de colectivo porque los comerciantes se van a perjudicar».

Como sugerencia, Acosta aportó que «si se ensanchan las veredas, sacrificando los espacios para los automóviles particulares, pero se respetan las paradas del transporte público, puede ser que no haya problemas». «Sino, va a ocurrir lo que pasó en calle Rioja, que la desertizaron».

Detalles del proyecto

En contrapartida a lo planteado por Fabio Acosta, Lisandro Zeno, autor de la iniciativa, afirmó que los números que la Municipalidad maneja no reflejan una caída de las ventas en zona de calle Rioja, sino todo lo contrario y señaló que hay muchos comerciantes que sí están de acuerdo con esta idea.

El edil explicó que la iniciativa apunta a corregir esto de que «por un lado le pedimos a la gente que cumpla con el distanciamiento social pero, por otro lado, no le damos la infraestructura para que lo haga, porque las veredas del microcentro son muy angostas».

En ese sentido, Zeno explicó que lo que se aprobó es un proyecto que pide al Ejecutivo que se haga un estudio de factibilidad para determinar que calles se pueden ensanchar de forma temporal utilizando urbanismo táctico. «El urbanismos táctico no implica grandes erogaciones económicas sino que se hace a partir de pintura y mobiliario urbano, son intervenciones livianas, baratas y rápidas, que lo que hace es devolverle espacio de la calle al peatón para que pueda desplazarse teniendo en cuenta que, además de los vendedores ambulantes, están los clientes de los negocios que por protocolo tienen que hacer la cola en la vereda y hay demasiada gente en la calle que no permite el distanciamiento».

Por otro lado, lo que hay que lograr es «brindar espacio público de calidad para que más gente quiera venir a pasear al centro, porque lamentablemente el espacio público es tan hostil, con tanto ruido, contaminación y vehículos que la gente ya no vive ni viene al centro».