El concejal Roberto Sukerman finalizó la pasada semana una recorrida por las 33 colonias de vacaciones municipales que funcionan en la ciudad, y advirtió que si bien celebra que “el estado municipal desarrolle como política pública la inclusión mediante la recreación y el deporte” es necesario subrayar las falencias que surgieron a partir del relevamiento: “Los vecinos nos manifestaban la necesidad de extender el período de colonias desde la finalización de las clases y hasta el inicio del nuevo ciclo lectivo, así como que el funcionamiento sea de lunes a viernes y no desdoblado en tres días por semana por turno”.

Además, enfatizó en la necesidad de avanzar en la climatización de los natatorios para sostener las actividades durante todo el año (en la actualidad hay solo dos), y citó el caso del barrio Las Flores donde ni siquiera cuentan con instalaciones completas para el desarrollo de una colonia: “Los que asisten a la colonia tienen que trasladarse todos los días para poder hacer las actividades de pileta en el complejo Saladillo. El traslado se realiza en colectivos contratados por la Municipalidad para tal fin, con un costo aproximado de 800 mil pesos por temporada. Esto debería utilizarse para la construcción de una pileta para ese barrio. Hay que transformar el gasto en inversión”, expresó.

El concejal resaltó la necesidad de aumentar la inversión para mejoras edilicias en los predios, y puso como ejemplo el estado de abandono en el polideportivo de barrio Cristalería: “El predio se encuentra deteriorado, las duchas no funcionan, los sanitarios no son suficientes a tal punto que tuvieron que poner 8 baños químicos en la zona del natatorio. A esto se suma que el predio sufre graves inconvenientes con la red eléctrica que dificultan el filtrado y limpieza del natatorio. También podemos mencionar el caso del Polideportivo Parque del Mercado o el Polideportivo Parque Oeste que también presentan deterioro en sus instalaciones”.

Sukerman indicó que la mayoría de las colonias municipales cuenta con una cantidad de inscriptos que no guarda relación con la población juvenil de los barrios aledaños: “Un gran sector de la población infanto juvenil de nuestra ciudad queda afuera de un dispositivo que ha sido pensado, en teoría, para ellos y ellas, y sucede sobre todo en aquellos sectores de la población más vulnerados, más humildes. Hoy concurren a las colonias, en un gran porcentaje, sectores medios en crisis que antes concurrían a colonias privadas. Tenemos que incluir a todos”.

En la misma línea, remarcó la escasa presencia de adolescentes: “Teniendo en cuenta las dificultades que enfrentan los jóvenes sobre todo en los barrios más vulnerables, la municipalidad debería fomentar programas para la franja etárea que va de los 13 a los 18 años”.

Por otra parte, se refirió a la participación de los niños y jóvenes con discapacidad que son incluidos a través del programa «Yo También»: “En cada visita, ante la pregunta por el funcionamiento del programa en cuestión, el profesor o profesora me informaba que había pocos inscriptos por dicho programa, pero encima la concurrencia diaria no se efectiviza, digamos que: están inscriptos pero no van, o van poco”, apuntó.

Para finalizar, el concejal instó a la Municipalidad a trabajar por instituciones que efectivamente sean de “puertas abiertas” facilitando la participación de los sectores más postergados de la ciudad a través de un mayor marco de contención con visitas domiciliarias, articulación con actores sociales de los barrios y una mayor asistencia económica para aumentar la participación en las colonias y en las instituciones deportivas durante todo el año».