Por Marina Vidal

Un fin de curso solidario. La Formación Nº 15 de Coaching Ontológico del Ecid Rosario realizó esta mañana en el Salón Paraná de Las Palmas del City Center el “Desayuno de Posibilidades 2015”. El objetivo del encuentro fue además de transmitir qué es ser Coaching, colaborar con el Hogarcito Santa Teresita (Herrera 1830) que alberga a jóvenes y adultos abandonados con capacidades diferentes.

Con notable concurrencia la antesala salón se llenó de gente interesada en la causa. La actividad estuvo dirigida a empresarios, profesionales y público en general y contó con presentaciones que ofrecieron herramientas básicas del Coaching Ontológico y Organizacional.

En diálogo con Conclusión, Aníbal Paradiso, alumno del curso, describió que esta iniciativa surge “como un desafío para finalizar la carrera y transmitir que es el Coaching pero sobre todo colaborar con el Hogar Santa Teresita”

“El Coaching Ontológico es una carrera de dos años, es una preparación profesional para poder ayudar a las personas a desarrollar su potencial, su riqueza y aprender. Acá se trabaja con el interior, con el potencial de cada persona y diseñando el futuro”, explicó Paradiso.

En tanto, aclaró que la relación entre lo que hacen y la solidaridad reside en que todos son “parte de la misma sociedad y lo mínimo que se puede hacer es brindar el apoyo a aquellos que lo necesitan”.

“Todos los compañeros que venimos trabajando en esto hace tiempo, sentimos una alegría y una gran satisfacción personal”, cerró.

Por su parte, Francisco, un colaborador del Hogar, contó que Santa Teresita se gestionó gracias a Juan Bautista Roca, quien dedicó su vida a cuidar a chicos con capacidades diferentes que no tienen familia.

En el hogar, hay personas que padecen autismo, ceguera, sordera, entre otras patologías.

“Nosotros, creamos una página estrictamente solidaria llamada Dame una mano y ayúdame con el fin de colaborar desinteresadamente con los tres hogares donde viven chicos abandonados con dificultades motrices”, describió Francisco.

El Hogarcito Santa Teresita se divide en tres pequeños edificios; uno ubicado en calle Herrera 1830, otro en Herrera 1801 y un tercero en Berutti 2338, frente a la facultad de Arquitectura.

“Estos tres lugares subsisten gracias a la caridad de la gente y a la providencia de Dios. Todos colaboran, todos ayudan, hay personas que se acercan para dar generosamente. Todo es así, todos quieren que estos chicos sean felices. Hay chicos que ingresaron cuando tenían tres o cuatro años y hoy tienen treinta y siguen viviendo en el hogar”, relata el colaborador.

Francisco no quiere dejar de nombrar a Luis y Patricia, quienes están a cargo del hogarcito de Berutti y son un matrimonio cristiano que desinteresadamente continuó la obra del padre salesiano Luis Esmirillo, fundador de los hogares.

“La idea nuestra es que con la ayuda de la gente se puedan terminar las obras en los tres hogarcitos. Se puede colaborar con materiales necesarios para la construcción, mobiliario, electrodomésticos, alimentos… Todo es bien recibido”, cerró.