El lunes por la tarde, entre 40 y 50 ciudadanos chilenos, hinchas de la Universidad de Chile que estaban de paso rumbo a Uruguay, realizaron pintadas al memorial de Malvinas ubicado frente al Monumento Nacional a la Bandera, a orillas del río Paraná y otros sectores del parque.

Las repercusiones de funcionarios y representantes del país vecino no tardaron en llegar y el pasado martes, el cónsul de Chile en Rosario, Marcelo Flores Aliaga, repudió el delito sobre el memorial y reconoció estar «muy triste y molesto con la situación».

Otro que salió al cruce fue el secretario de Gobierno de Rosario, Gustavo Leone, quien expresó su furia por este “incidente con alto valor simbólico” y anticipó que la idea es que los propios jóvenes se hagan cargo de la reparación o de los costos de los daños. “En la medida que veamos que no se puede resolver lo antes posible lo vamos a resolver nosotros, y luego le vamos a plantear a la Justicia cuáles han sido los costos de reposición”, explicó.

Finalmente hoy llegó desde el gobierno chileno un comunicado que condena las pintadas y califica los actos como «inaceptables e incomprensibles» esperando que los mismos «no vuelvan a repetirse».

El comunicado: