Centenares de consultas por afecciones a las vías respiratorias y por asesoramiento jurídico se registraron en los últimos veinte días en la ciudad de Rosario, a raíz de la contaminación del aire por la quema de los humedales en el delta del Paraná.

Así lo reveló el asesor legal del Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Matías De Bueno, al brindar detalles sobre cómo el humo que proviene de las islas del Delta afecta la calidad del aire y la salud de los rosarinos.

El humo que no cesa sobre Rosario, por las reiteradas quemas en el humedal, “genera afecciones respiratorias a las personas sanas, pero hace mucho daño a la gente que padece enfermedades preexistentes como asma, alergias o Epoc”, añadió. “Incluso, hay algunas problemáticas cardíacas, porque la mala calidad del aire también los impacta negativamente”, dijo De Bueno.

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También comentó que a raíz de la situación por el humo en Rosario, el Observatorio Ambiental de la UNR “puso a disposición de los vecinos un servicio de consultas médicas y otro de asesoramiento judicial”.

Las personas deben conocer cuáles son sus derechos a la hora de generar algún reclamo judicial”, subrayó, y explicó: “Por un lado se genera un daño colectivo ambiental por el daño al humedal, la flora y fauna”.

“Mientras que a través del ambiente se genera un daño individual, llamado ´intereses individuales homogéneos´, que es cuando son muchas las personas que tienen una afectación en su salud por un daño ambiental como la contaminación del aire”, completó. Y continuó: “En este caso, la gente puede ir contra las autoridades públicas o contra los dueños de los terrenos, que son solidariamente responsables”.

De Bueno detalló, luego que a raíz del humo que invade a la ciudad de Rosario, sobre las quemas en los humedales, que “en los últimos 20 días tuvimos más de 150 llamados por asesoramiento jurídico y otras 250 llamadas por afecciones a la salud”.

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Por su parte, la directora de Salud del municipio Silvia Marmiroli, dijo que «las quemas en las islas producen una mezcla de gases y partículas pequeñas que son inhalables, se depositan en los pulmones y son perjudiciales para la salud”.

La funcionaria explicó que el humo en las personas provoca, entre otras afecciones “irritación ocular, goteo nasal, rinitis, laringitis, traqueítis, broncoespasmos, y crisis asmáticas”.

Luego expresó que comparado con 2019, “este año tuvimos la particularidad que a partir del 20 de marzo, surgió la pandemia y el aislamiento social que originó una disminución muy importante de consultas en todos nuestros efectores de salud”.

No obstante, reconoció que entre enero y febrero de este año “sí hemos detectado aumento de consultas, sobre todo en los días en donde se visualizaba el humo en las islas. Pero actualmente, el nivel de consultas es igualmente muy bajo”, finalizó.