Todas las semanas se emite por el canal de YouTube de Conclusión un ciclo que busca acercar la realidad, para poder interpelarla profundamente. Es por ello que Catalejo, a lo largo de treinta minutos, aborda diversos temas ligados a la actualidad, cultura, salud, política, opinión e investigación, tratando de amplificar en todos los casos, un imprescindible debate.

En esta oportunidad Gisela Gentile y Alejandro Maidana dialogaron el abogado laboralista Jorge Elizondo, un intercambio necesario sobre la espinosa realidad que atraviesa un sector que siempre es blanco de las políticas de ajuste de los gobiernos conservadores y el gran capital.

Después de la dictadura, se abre durante el segundo gobierno de Carlos Saúl Menem y con la influencia decisiva del Consenso de Washington, una etapa de demolición del llamado “estado del bienestar”, creado a imagen y semejanza del modelo europeo occidental de la Segunda Guerra Mundial”, indicó Jorge Elizondo.

El peligro revolucionario había cesado en los 90, y la clase dominante pudo ir liquidando el Estado social de Derecho, creando las bases de un nuevo régimen político neoliberal. En nuestro país, este proceso fue interrumpido durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.

Todas las medidas que implicaron una mejora en las condiciones de vida y trabajo, desde la Asignación Universal por Hijo, el fin de las AFJP, la recuperación del sistema previsional y la creación del Fondo de Garantía de Sustentabilidad; la posibilidad de que millones de trabajadoras y trabajadores pudieran acceder a los beneficios previsionales, merecieron el sistemático rechazo de la oposición conservadora y el gran capital”, sostuvo el abogado laboralista.

El actual gobierno es el resultado final de esa ofensiva ultraconservadora, y está cumpliendo estrictamente con los objetivos planificados desde hace años por el capital financiero internacional. La destrucción de la economía productiva, la clausura de cualquier desarrollo autónomo, y la inserción definitiva de nuestro país como colonia agroexportadora y minera en la economía mundial.

Sobre la denominada industria del juicio, Jorge Elizondo no dudó en definirla como una maniobra para que “las patronales queden libres de culpa y cargo ante el incumplimiento de los convenios colectivos de trabajo. Se persigue una refundación del estado en función de los intereses de las grandes corporaciones y el sometimiento de la clase trabajadora”.