En medio de críticas de distintos frentes por el ajuste diagramado desde Nación y con la crisis económica definitivamente instalada en la agenda política en Rosario y la provincia, desde el espacio Cambiemos, bloque mayoritario en el Concejo municipal, salieron a contraatacar por el recrudecimiento de la otra gran preocupación de los rosarinos: la inseguridad y la violencia narco.

En lo que va de 2018, si bien no hay cifras oficiales específicas, los homicidios no han bajado respecto a años anteriores, e incluso se estima que el número en estos meses ya habría superado a los de todo 2017.

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Desde Cambiemos, además, resaltan las numerosas balaceras que se acrecentaron en el último tiempo, con un modus operandi saliente, atacar edificios judiciales o casas de jueces o testigos involucrados a la causa que investiga a la banda narco Los Monos.

Días atrás, el cuerpo legislativo local elevó al municipio un pedido de informes impulsado por la concejala Renata Ghilotti, que reclamaba información precisa referida al avance de las investigaciones que involucran algunas de esas balaceras, entendiendo que «hubo una clara vinculación policial, ya que salió información desde dentro del servicio penitenciario».

En diálogo con Conclusión, Ghilotti recordó que «cuando integrantes de la banda estaban en Coronda, en junio, la Policía Federal encontró distintos elementos de comunicación, celulares, e información precisa respectiva a familiares de jueces, jueces, domicilio, datos muy precisos. Eso ocurrió exactamente dentro del servicio penitenciario porque estaban presos, ahi hubo al menos fallas de control o se miró para otro lado».

«No se está teniendo en cuenta la gravedad de esto», enfatizó la edila de raigambre Pro, y agregó que «tiene que haber una decisión mucho más profunda en ir al seno de las instituciones, el ministro Pullaro y el gobernador Lifschitz deben encarar una profunda reforma policial y una depuración real, como hace María Eugenia Vidal en Buenos Aires: para luchar contra las mafias hay que ir a fondo».

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En el mismo sentido, el concejal y presidente de la comisión de Seguridad, Gabriel Chumpitaz (Cambiemos), elevó pedidos similares al gobierno municipal y fustigó: «Rosario necesita un cambio estructural para atacar la demanda de esta matriz delictiva tan perversa que se centra en la droga. Si el personal policial y los magistrados se encuentran desprotegidos, imaginemos cómo se sienten los rosarinos que se levantan para ir a laburar y no pueden volver tranquilos a sus casas».

«Nos encontramos en uno de los peores momentos de la historia de la ciudad en materia de seguridad. La guerra narco es un hecho indiscutible, la vemos a la vuelta de la esquina» añadió.

Árbol, bosque, y ramificaciones políticas

La violencia vinculada al narcotráfico y la inseguridad nunca dejaron de ser un problema en la ciudad. El advenimiento de la profunda recesión y el aumento de la inflación, por ejemplo, sumado a los recortes efectuados por el gobierno nacional golpearon no sólo el presupuesto municipal sino también el bolsillo de los rosarinos, y tanto oficialismo como oposición tomaron nota.

Se espera una sesión caliente este jueves en el Palacio Vasallo.

Esto motorizó la activación de un proyecto de Eduardo Toniolli para declarar la emergencia alimentaria (un reclamo constante de organizaciones sociales en el último tiempo), presentado en 2016 y ahora ampliado a instancias del bloque socialista, y que llegará al recinto este jueves y significará la declaración de la emergencia social en la ciudad.

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«De ninguna manera vamos a acompañar eso. Es sólo una oportunidad política del socialismo para subirse a un proyecto de Eduardo Toniolli que tiene por lo menos un año y medio. Es decir, apenas asumió el presidente Macri, Toniolli pidió una declaración de emergencia alimenticia cuando el gobierno anterior había dejado el país después de 12 años con 30% de pobres, me parece que no es anecdótico y es no haberse hecho cargo de nada», expresó Ghilotti a Conclusión.

Y añadió: «El socialismo lo que hace es duplicar la apuesta, y convierte el proyecto en emergencia social, solo de manera declarativa, no hay nada de lo que generalmente se declara en ordenanzas de emergencia para darle herramientas a la intendenta: redistribuir partidas y derivar recursos para paliar una situación determinada, como por ejemplo fue la declaración de emergencia en seguridad en 2016. Hay una utilización política de un momento difícil, cuando deberíamos tirar todos para mismo lado y no viendo como sacar ventaja.»

Como respuesta al proyecto que seguramente se aprobará en el recinto este jueves respecto a la coyuntura económica y social, Cambiemos buscará introducir sobre tablas un proyecto para declarar la emergencia en seguridad, como ocurriera hace dos años.

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«El tema principal en la agenda del rosarino es la seguridad. No vamos a negar que hay un problema económico, estamos en un proceso de crisis y hay que atravesarlo y damos cuenta de como entendemos la realidad actual, pero no se está dimensionando la cantidad de episodios violentos que hemos tenido en Rosario este año», se explayó Ghilotti.

«La mayoría del arco político se esta haciendo el distraído, y a la cabeza la intendenta que es quien tendría que velar por los intereses de todos nosotros, pedir que en Rosario haya más intervención y pedir que la provincia investigue de verdad qué pasó en relación a las balaceras y los hechos de violencia en cada uno de los barrios», recalcó la edila.