Por Graciana Petrone

La Feria Internacional del Libro de Rosario 2023 que comenzó el 2 de agosto y que culmina este sábado 12 en el Centro Cultural Fontanarrosa (San Martín 1080) es todo un éxito. El transitar de las personas durante las horas que está abierta al público muestra el interés de los lectores por buscar, preguntar y elegir su propia lectura. De armar su propio universo lector.

En la entrada, recibe a la gente el stand de la Editorial de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Después, un largo camino de en planta baja está dedicado en su mayor parte a los libros para las infancias en donde también hay compradores que buscan obras para sus hijos pequeños o para sus nietos, desmitificando la idea de que el objeto-libro está en vías de extinción.

“Hoy, justamente todo es lectura para los adolescentes”, señaló a Conclusión Germán Abett, de El Maltés Libros, refiriéndose a la forma de comunicarse que, a través de las redes sociales o de mensajes WhatsApp, los obliga a leer, a construir oraciones y a buscar el significado de las palabras.

“Estamos más expuestos a la lectura, a la alfabetización temprana. Lo contrario a lo que uno podía imaginar, de que internet socavase las bases de los lectores, yo creo que la estimula”, agregó Abett.

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El referente de El Maltés dijo también que se está viendo un acercamiento a los libros por parte de los más jóvenes a través de series, comics o películas, lo que genera un ida y vuelta entre la producción audiovisual y editorial.

Otra perspectiva, con una mirada quizás más orientada a la edición en particular, es la que mostró Delia Bautista, de Laborde Libros y viuda del reconocido editor Poli Laborde que supo tener su librería en calle Entre Ríos al 600, a metros de la Facultad de Humanidades y Artes y por la que pasaron casi todos los escritores y de la época en los años 70 y 80.

Sobre el transcurrir de la feria Delia dijo:

“Mucha gente y lo que más me sorprende es que se interesan en revisar, en ver lo que van a comprar. Es decir, que no compran por la tapa, sino por el contenido del libro”.

En cuanto al trabajo editorial, Bautista dijo que se incorporó una amplia diversidad de temas como artes, historias de familia, poesía, sumado a lo académico que es el fuerte de la editorial.

“Creo que la pandemia ha ayudado a que la gente se pusiera a pensar y a crear. Realmente me sorprende porque permanentemente tenemos consultas para editar nuevos libros. Desde mi lugar diría que la producción editorial de Rosario crece”, dijo Delia.

“Hoy me sorprende la variedad y creatividad de escritores que se acercan para publicar sus libros, lo que muestra que hay un circuito muy importante de producción”, señaló.

 

No hay una única manera de leer

Es que no existe una única línea de acercamiento a la lectura, sino que en esa relación se articulan múltiples factores: desde la apropiación personal a la colectiva y, también, de la relación que cada persona establece con la lectura. Así lo dejó en claro la antropóloga francesa Michel Pettit en sus ensayos escritos luego de numerosas investigaciones de campo en Colombia, Argentina y zonas rurales de Francia y en los que muestra que cada comunidad forja su propio mundo lector y que, muchas veces, es necesario que los libros salgan a buscar a los lectores y no esperen estáticos, en los estantes de las grandes bibliotecas sacralizadas que, muchas veces, están prohibidas para determinados sectores sociales.

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